Macron despacha a los militares para reprimir a los “chalecos amarillos”
El presidente francés tomó la decisión luego de los violentos incidentes del último sábado en París.
Serán los militares franceses de la operación antiterrorista Sentinelle los que resguardarán los edificios públicos el próximo sábado en Francia, para protegerlos en la movilización no autorizada a la que convocaron los Chalecos Amarillos.
El gobierno de Francia anunció ayer que la misión Sentinelle “será desplegada de manera reforzada el sábado para proteger los edificios oficiales y otros”.
Esta decisión del presidente Emmanuel Macron, adoptada en el Consejo de Ministros, “militariza” la operación de control del orden cuando se va a producir el Acto XIX de los Chalecos Amarillos en Francia. Se prevé otra jornada de violencia, como la del último sábado.
La Misión Sentinelle nació a raíz de los atentados terroristas de 2015 en Francia. Desde entonces los militares, en ropas de combate, patrullan en grupos de cinco las calles, las estaciones de trenes, los aeropuertos y puntos sensibles de todo el país como iglesias, sinagogas y lugares turísticos, así como los museos y la Torre Eiffel. De hecho abortaron “in situ” varios atentados terroristas, como en el aeropuerto de Orly y el museo del Louvre.
Con 7.000 hombres en todo el país desplegados permanentemente y la mitad de ellos en París, este operativo representa el mayor desplazamiento de las fuerzas francesas desde la guerra de Argelia.
“Esto permitirá a las fuerzas del orden concentrarse sobre los movimientos, el mantenimiento y el restablecimiento del orden. Tenemos a nuestra disposición esta misión Sentinelle asegurada por los militares y que tienen la vocación de asegurar los lugares como los ciudadanos tienen el hábito de verlos”, explicó Benjamín Griveau, portavoz del gobierno de Macron.
La decisión forma parte de las medidas de endurecimiento gubernamental, luego de que los chalecos amarillos y los “Black Blocs” lograran incendiar los Campos Elíseos el sábado pasado, en su máximo acto de propaganda y de destrucción. Le costó la cabeza al jefe de la policía y ahora convocan a los militares. Al menos 75 comercios quedaron completamente destruidos y centenares de empleados en ”desempleo técnico” el sábado pasado porque sus empleos desaparecieron en los incendios y saqueos. Un automóvil de los Sentinelle fue quemado por los chalecos el pasado 9 de febrero en la Torre Eiffel.
El gobierno prohibió el martes las manifestaciones en los Campos Elíseos y lugares sensibles para los Chalecos Amarillos, que amenazan con marchar de igual forma. Amenazan con bloquear las refinerías.
El alcalde de Niza, Christian Estrosi también prohibió la manifestación en su ciudad, que ha sido escenario de grandes marchas desde fines del año pasado.
“Nosotros no podemos dejar a una ínfima minoría destruir la imagen de Francia en el extranjero. Los próximos días serán decisivos”, dijo el portavoz del gobierno.
El debate que va a nacer es que los militares no están entrenados para controlar el orden sino para hacer la guerra. ¿Si los “chalecos amarillos” intentan atacar un edificio público, cómo será la reacción de los Sentinelle, que están armados para el combate y no la represión?
El próximo sábado también se desplegarán brigadas anti “hooligans” en el terreno y drones para rastrear a los “chalecos”, que no declaran oficialmente sus manifestaciones, como es obligatorio en Francia. ■