Según el credo oficial, no se podía hacer nada para evitar el corte
A Transener le agarró un cortocircuito en una de sus líneas de transmisión. Hasta allí, puede pasar, hay decenas de incidentes como ese. La compañía “reprogramó mal” un sistema de alertas para desconexión. Y eso no lo sabía ni Cammesa -la mayorista del sistema eléctrico, de gestión estatal- ni nadie en el Gobierno. Ese inconveniente inició la secuencia que derivó en el apagón. Eso ya no es tan usual. Un “colapso”, como lo define el mismo informe oficial sobre los acontencimientos.
Lopetegui justificó que ni Cammesa ni su Secretaría supieran del error. “Hay un concepto de vigilancia continúa, pero en el marco de la concesión. La falla no la conocía ni Transener. No es que Cammesa controla todos los días los protocolos”, aseguró en un diálogo con periodistas. En definitiva, no se podía hacer nada para evitar el apagón, según el credo oficial.
El desperfecto se originó cuando Transener estaba arreglando una línea, donde tenía que hacer un trabajo grande. Falló la desconexión automática cuando se realizó un “bypass” para que el suministro siguiera.
¿Hay probabilidades de otro apagón? Es de creer que Transener estará extremando los cuidados para evitarlo, pero no hay certezas. Aunque el Enre pondrá la lupa en la actuación de la transportista, ninguno de los roles actuales del sistema se modificará. Habría que cambiar la legislación para lograrlo.
El Gobierno se basó en un estudio de la Universidad de La Plata para minimizar los efectos de las importaciones de Brasil. “Ni antes ni después del apagón se volvió a repetir esa situación, donde la proporción de aporte eléctrico del noroeste y las centrales del Paraná fuera tan importante en el peso total del sistema”, sostiene un especialista que prefiere no ser identificado, pero que conoce mejor el paño que varias autoridades. ■