Brutales imágenes del maltrato a los inmigrantes en la frontera sur de Estados Unidos
El Departamento de Seguridad Interior difundió fotos de familias hacinadas en centros de detención.
Cientos de chicos y adultos amontonados en una celda sin espacio para moverse, esparcidos sobre el suelo o en colchonetas sucias. Menores mal alimentados, algunos en pañales. Carteles manuscritos que piden por favor que se ocupen de ellos. Las imágenes de los centros de detención de El Paso, en Texas, difundidas esta semana ilustran con crudeza lo que denuncian desde hace tiempo varias organizaciones de derechos humanos: el maltrato a los inmigrantes que cruzan la frontera sur de Estados Unidos en forma ilegal.
Pero ahora las fotos son parte de un informe oficial, realizado por el Departamento de Seguridad Interior, que alerta sobre las precarias condiciones en que están retenidos cientos de centroamericanos.
El informe, junto con las denuncias de congresistas demócratas que visitaron algunos de esos centros en Texas sobre la “tortura psicológica” a la que son sometidos muchos de los detenidos, opacó los preparativos para el fastuoso desfile del 4 de julio planeado por el presidente Donald Trump. Tanto, que el propio mandatario salió a rebatir las críticas y, en una catarata de tuits, afirmó que "muchos de estos inmigrantes ilegales están viviendo mucho mejor ahora que donde vienen y en condiciones mucho más seguras".
Los agentes de la Patrulla Fronteriza “no son trabajadores de hospital, médicos o enfermeras”, argumentó Trump. Y remató, en otro tuit: “Si los inmigrantes ilegales no están contentos con las condiciones en los centros de detención construidos o reacondicionados rápidamente, díganles que no vengan. ¡Problema resuelto!".
La situación de los centros a los que son conducidos miles de inmigrantes ha quedado bajo la lupa después de que trascendiera un informe de un grupo de abogados que visitó una instalación en Texas en la que permanecían menores inmigrantes no acompañados y se advertía que los pequeños vivían en condiciones insalubres. Al centro, ubicado en Clint (Texas), acudieron políticos, congresistas y activistas para reclamar mejoras en las condiciones de reclusión de los inmigrantes, cuya entrada masiva ha sido considerada por Trump una "emergencia humanitaria".
Este martes, la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) difundió nuevos detalles sobre el grave hacinamiento en el Valle del Río Grande, en Texas, el corredor más concurrido para cruces fronterizos ilegales, y resaltó que en tres de las instalaciones los chicos no tienen acceso a duchas y que algunos niños de menos de 7 años han estado detenidos en condiciones precarias durante más de dos semanas. Algunas de las celdas estaban tan superpobladas que los adultos se veían obligados a mantenerse de pie durante días.
Inspectores oficiales describieron una situación cada vez más peligrosa, tanto para los migrantes como para los agentes, debido a intentos de fuga. Es “una bomba de tiempo”, ilustró el administrador de uno de los centros. “Nos preocupa que el hacinamiento y la detención prolongada representen un riesgo inmediato a la salud y seguridad de los agentes del DHS y los detenidos", señala el reporte del inspector general. Y agrega que el propósito del informe es "notificarle de un asunto urgente que requiere atención y acción inmediata".
El documento incluía imágenes de mujeres y niños detenidos, algunos en pañales, recostados uno junto al otro en el suelo de una celda. En otra fotografía se ve a 88 hombres recluidos en una celda con capacidad para 41 personas. Uno de ellos puso contra la ventana un letrero con la leyenda: “Auxilio, 40 días aquí”. ■