Un sismo sacudió California y causó algunos daños e incendios
Un sismo de magnitud 6,4 grados sacudió ayer una gran zona del sur de California y partes de Nevada, generando nerviosismo durante el feriado del 4 de julio y provocando daños en un poblado cercano al epicentro.
El temblor fue el más fuerte en ese Estado desde 1999 y se sintió en un área extensa, despertando el fantasma de “El Grande” (The Big One), un terremoto potencialmente devastador que se teme golpee en algún momento el oeste del país.
El foco sísmico se ubicó a 10,7 kms de profundidad cerca de Searles Valley, una zona relativamente poco urbanizada 240 kms al noreste de Los Ángeles, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos.
El epicentro se localizó cerca de la pequeña ciudad de Ridgecrest, de unos 30.000 habitantes, y de una base militar de la Armada estadounidense, un amplio espacio desértico donde se prueban bombas y misiles. Una responsable de esa base indicó que la sacudida había provocado “daños considerables” en la base. “Hay incendios, fugas de agua, fugas de productos peligrosos”, declaró sin dar más detalles.
Los bomberos del condado de Kern señalaron que tuvieron que participaban en unas 20 intervenciones, que iban desde “asistencia médica a incendios en la ciudad de Ridgecrest”, sin reportar víctimas. Sus colegas del vecino condado de San Bernardino informaron de daños en algunas rutas y edificios agrietados, “tuberías de agua rotas, cables eléctricos dañados, caídas de rocas en algunas carreteras”, pero “ningún herido”.
El sismo también se sintió en Los Angeles. “He vivido en Los Ángeles toda mi vida. Este fue el terremoto más largo que experimenté jamás”, tuiteó la cineasta Ava DuVernay. ■