Angel Cappa, diez años después: “Cada vez es más evidente el robo”
El que era técnico de Huracán recuerda aquella final en Liniers y el arbitraje de Gabriel Brazenas.
“¡Diez años ya! Cómo se va todo tan rápido…”, suspira Ángel Cappa mientras recuerda su mejor obra: el Huracán del 2009. La ola de calor hace sentir su rigor en Madrid, pero los pensamientos del argentino se encuentran a miles de kilómetros de las ardientes calles de Chamartín. Están en Parque Patricios y, sobre todo, en una lluviosa tarde de invierno en la que hasta granizó, en el José Amalfitani. La del 5 de julio de 2009, el día de la polémica definición que dio el título del Clausura al Vélez de Ricardo Gareca. Un partido del que se sigue discutiendo diez años después de aquella tarde.
“Cuando te roban es jodido. No se te va nunca eso”, asegura Cappa en una entrevista con Clarín en la capital española. El arbitraje de Gabriel Brazenas todavía altera el ánimo de los hinchas de Huracán y también del entrenador de aquel equipo subcampeón que quedó en el recuerdo por el Tiki Tiki de jugadores como Javier Pastore, Mario Bolatti o Matías Defederico.
Angel Cappa jamás volvió a ver el partido con Vélez. Es más: en su casa en Madrid solo conserva el DVD de 18 de los 19 partidos de aquella campaña. Diez años después, el entrenador está convencido de que la actuación del árbitro Gabriel Brazenas, quien no volvería a dirigir tras aquel encuentro, no fue honesta.
Un empate alcanzaba a Huracán para alzar el título, pero cuando el partido agonizaba llegó el cuestionado gol del triunfo de Vélez. Joaquín Larrivey arrolló al arquero Gastón Monzón, pero Brazenas dejó seguir y Maxi Moralez apareció para definir con el arco vacío. El título fue para Vélez tras un partido cargado de acciones controvertidas, pero el Huracán de Cappa, que al poco tiempo acabaría desmantelado por las ventas de sus estrellas, sería tan o más recordado que su rival.
-¿Qué le queda de aquel Huracán? -Me queda la alegría inmensa de haber participado de un equipo que jugó como a mí me gusta que jueguen los equipos de fútbol. Muchas veces uno se pasa la vida tratando de encontrar eso y no lo consigue. He tenido equipos que jugaban bien pero este fue para mí lo máximo. Me queda la relación que se dio con la gente de Huracán, la emoción que generaba. Era un equipo de barrio, bien auténtico, y la gente disfrutaba muchísimo. Aplaudía como si estuviéramos en un teatro. Algunos hasta lloraban. Huracán es eso, es ese estilo. De toda la vida. Todavía tengo todos los partidos en casa en DVD. Menos el último, claro. -¿Jamás volvió a ver el partido con Vélez?
-No lo quise ver más. Vi algunas veces la repetición de esa jugada conflictiva en alguna entrevista en televisión. Y cada vez que la veo no lo puedo creer, cada vez es más evidente el robo. Fue un robo escandaloso. La final no había sido un buen partido y a esa altura ya no pasaba nada en ninguna de las dos áreas. Entonces el árbitro tuvo que hacer semejante barbaridad porque se le iba de las manos y terminaba en empate. Más que por mí, me queda el recuerdo amargo por la gente. Fue una frustración muy grande. Vélez era un muy buen equipo y podíamos perder. Pero cuando te roban es jodido. No se te va nunca eso. -¿Nunca va a cicatrizar esa herida? -Es que fue un robo. Y además fue un robo que denuncia la actitud de la AFA, que jamás investigó nada en Argentina. Porque no fue el único robo que hubo en el fútbol argentino. A mí me consta que un grupo de gente de Huracán, hinchas y abogados, fue a la AFA a denunciar esto. Y la AFA se negó a investigar. Todo está bajo sospecha en el fútbol argentino.
-Alguna vez dijo que tenía indicios pero no pruebas fehacientes sobre lo sucedido aquel partido. ¿Podría detallar esos indicios?
-Son indicios de cómo se arregló esto. Quiénes se reunieron, dónde se reunieron, cuál fue el dinero que dieron: todo eso tengo. Pero no lo puedo decir porque a mí no me consta. Yo digo simplemente que tengo indicios que me permiten sospechar que el árbitro no fue honesto en este partido. Es algo que corresponde a la AFA investigar. -¿Y en estas supuestas reuniones que señala participó Brazenas?
-: No, él directamente no. A través de un familiar, según esta gente de Huracán que me informó.
-¿Si lo encuentra a Brazenas le diría algo?
-No, a mí no me interesa en absoluto Brazenas. Ya está. Esto es igual que si vas por la calle y un tipo le pega un tiro a tu hermano o a tu hijo y después te dice “perdoname, me equivoqué”. ¿De qué vas a hablar? ¿Sentarte en un café para qué? El daño ya está hecho. Y a él seguramente le pesa en su conciencia. Si es que tiene conciencia y si es que es culpable. Yo, ahora, creo que sí. -Más allá de la final, ¿también fue un gran dolor no haber podido darle continuidad a esa base de jugadores? -Eso fue tremendo. Me dejó sin fuerzas y por eso yo me fui después. Me hundió por completo durante un tiempo, me gastó anímicamente. El hecho de que pase eso en el fútbol argentino siempre, que los equipos débiles se desmantelen. Y a Huracán le sigue pasando. Aparecen dos jugadores y los venden. Yo siempre decía que ese equipo, si hubiera seguido un campeonato más, iba a estar entre los tres primeros otra vez.
-¿Qué sensación le deja la Copa América de Argentina?
-El torneo deja una esperanza con los jugadores jóvenes que aparecieron: Tagliafico, Foyth, Pezzella, Paredes, De Paul, Lo Celso, Martínez… Hay una base. Estos jugadores mostraron personalidad y calidad. Y algunos creo que ya se ganaron el puesto. Paredes y Tagliafico me parece que ya son el 5 y el 3 de la Selección.
-¿El arbitraje con Brasil que le pareció? -Mirá, hasta ahora iban al VAR por cualquier cosa. Y esta vez hubo dos oportunidades para ir y no fueron en ninguna de las dos. Yo no sé si es raro, pero sí que perjudicó a Argentina. Por lo menos uno de los dos fue penal clarísimo. El del codazo de Arthur a Otamendi fue escandaloso.
-¿Cómo evalúa el torneo de Messi? -Yo creo que tuvo coraje y personalidad. Hizo todo lo que pudo para ser un ejemplo dentro de este equipo y para estos muchachos. Messi tiene que seguir ahí como bandera de toda esta nueva esperanza que se ha generado. ■