Clarín

Nadal soportó un saque de abajo y un pelotazo pero derrotó a Kyrgios

“Si hablamos de él todo el día y desde la ATP le siguen haciendo promoción, no es bueno”, dijo el ex N° 1.

- LONDRES, INGLATERRA.

El partido de la segunda ronda de Wimbledon (17.769.000 libras; césped) entre Rafael Nadal y Nick Kyrgios fue un verdadero espectácul­o. Un espectácul­o de tenis porque el español, tercer favorito, mostró un gran nivel y su rival, aunque no logró molestarlo demasiado, tuvo momentos de buen juego. Pero también un espectácul­o de esos a los que el australian­o tiene acostumbra­dos a los fanáticos cada vez que sale a la cancha. Kyrgios sacó a relucir todo su “repertorio” en el escenario principal del All England: no faltaron el saque de abajo, la pelea con el umpire y algunas actitudes con las que calentó el encuentro. Tanta tensión se generó entre los dos jugadores que tras sellar su victoria por 6-3, 3-6, 7-6 (7-5) y 7-6 (7-3) el mallorquín festejó a los gritos, golpeándos­e el pecho y con los puños apretados, algo poco habitual en él en duelos de la primeras rondas de un Grand Slam.

Kyrgios había empezado a ponerle picante al partido el martes cuando después de ganar en su debut había dicho que no se tomaría una cerveza con Nadal. Ayer no tardó mucho en volver a hacer de las suyas.

En el primer set, cuando estaba 5-2 abajo, cerró su game con un saque de abajo -un tiro que muchos consideran una transgresi­ón al fair play- que terminó en un ace. Nadal, que tal vez esperaba ese golpe -Kyrgios ya se lo había hecho en Acapulco- sonrió en una actitud de resignació­n y dejó pasar la viveza de su rival.

Distinta fue la respuesta de Nadal cuando Kyrgios le tiró una pelota directamen­te al cuerpo en el 4-4 del tercer set. El ex número 1 del mundo, que no logró esquivarla, lo miró durante un par de segundos con caras de pocos amigos, pero se guardó la bronca y volvió a meterse en el partido que terminó llevándose. Su próximo rival será el francés Jo-Wilfried Tsonga que superó por 7-6 (7-4), 6-3 y 6-3 al lituano Ricardas Berankis.

“¿ Por qué me voy a disculpar? ¿Cuántos Grand Slams ganó y cuánto dinero tiene en su cuenta? Creo que puede recibir una pelota en el pecho”, dijo Kyrgios, desafiante, en la charla con la prensa. Y afirmó: “Quise apuntarle a propósito al pecho. Sí”.

El perdedor también tuvo un duelo aparte con Damien Dumusois. En el primer set discutió con el umpire. “Tenés mucho poder. ¿Cómo se siente estar sentado allá arriba? ¿Poderoso?”, lo increpó Kyrgios. Y al pasar por al lado de la silla la tocó e hizo un gesto como que se había quemado.

“Me da igual si me pega un pelotazo o no. Para mí no es correcto, pero tal vez él tiene una ética un poco distinta. No creo que sea un mal chico, pero creo que perdió un poco el camino. Con el talento y el saque que tiene podría ganar un Grand Slam y podría estar peleando los primeros cinco lugares del ranking. Pero para eso él tiene que querer. Para nosotros, mejor que siga así”, comentó Nadal sobre Kyrgios. Y agregó: “Cuanto más hablamos de este chico más lo ayudamos a que haga más cosas especiales. Si hablamos de él todo el día y desde la ATP le siguen haciendo promoción, no es bueno”. ■

 ?? AFP ?? Saludo final. Rafael Nadal no ocultó su bronca hacia Kyrgios.
AFP Saludo final. Rafael Nadal no ocultó su bronca hacia Kyrgios.

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