Mataron a un quiosquero que se quiso defender con un arma de aire comprimido
Tenía 37 años y era el dueño de un maxikiosco en San Juan al 3200. Buscan a cuatro delincuentes.
Christian Alberto Santoyo Delgado (37) había llegado a la Argentina en 1999, desde su Perú natal, más precisamente de Jaén, en Cajamarca. Según contó su familia, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) hace poco más de un año. Además, tenía un maxikiosco en la avenida San Juan 3218, en San Cristóbal. Allí fue donde lo mataron, ayer a la madrugada, cuatro hombres que llegaron en un auto.
La versión policial da cuenta de un intento de robo, del que Santoyo Delgado se quiso defender con una pistola de aire comprimido. “Yo calculo que él se resistió. La delincuencia está en todos lados”, le dijo a Clarín una hermana de la víctima, Liz Santoyo Delgado (40), en medio de las lágrimas y abrazada por su marido. “Les tenemos que ir a contar esto a los chicos”, añadió, sobre los dos sobrinos de Christian.
“No me voy a dejar robar”, contó la mujer que les había advertido su hermano en caso de que quisieran asaltarlo. “Tenía el para asustar a los ladrones”, añadió Liz.
Todo sucedió a la 1.30. El negocio tiene tres cámaras de seguridad. En la esquina de San Juan y 24 de Noviembre hay un domo, y la huida de los delincuentes quedó filmada. Doblaron por la última calle en dirección a la avenida Belgrano.
Los vecinos del barrio aseguraron a este diario que el maxikiosco “no tenía mucha mercadería” y que durante las madrugadas “era habitual que ocurriera algún incidente”. Hace unos meses, por caso, llegaron varios patrulleros de la comisaría de la zona por un hombre que, alterado, discutía a los gritos con el kiosquero y hasta rompió algunos vidrios.
El fiscal en lo Nacional y Criminal N° 36, Marcelo Munilla Lacasa, investiga por ahora la hipótesis del intento de robo como la más firme, aunque no descarta otras posibilidades. Debajo del cuerpo del comerciante hallaron una réplica de un arma de fuego CZ 75, una pistola de aire comprimido con la que el comerciante habría intentado defenderse.
Tras dispararle, los delincuentes escaparon en un auto Fiat Argo color gris plata por 24 de Noviembre. Hubo gritos que despertaron a los vecinos. En la zona hay varios edificios y negocios. Incluso, coexisten tres kioscos en menos de 20 metros, contando el de la víctima.
Cuando la Policía llegó, Santoyo Delgado ya estaba muerto. Tenía un buzo con los colores de selección de fútbol peruana. Él era hincha de Boca. Momentos antes se había lamentado la derrota ante Brasil en la final de la Copa América. Es un barrio donde viven varios integrantes de la comunidad.
El cuerpo médico determinó que la víctima tenía un orificio de bala en la zona del cuello.
Un vecino del barrio contó a C5N que conocía a Santoyo Delgado desde hacía seis años y que había sufrido “varios hechos de inseguridad en los que le intentaron robar de a dos o tres personas en moto. También tenía portación de arma. Si veía que alguien se acercaba armado, se apresuraba y apuntaba para que los delincuentes salieran corriendo”, dijo.
Además, Hugo Abecasis (65), el dueño de un bar-restorán situado enfrente de la escena del crimen, indicó que el barrio está “difícil para todos” ya que “están robando mucho”. El hombre sostuvo que la víctima, junto con su madre, iba seguido a comer a su otro negocio, una parrilla al paso situada a 100 metros.
También habló el propietario de un local de venta de empanadas y medialunas. “Hace poquito nos robaron y tenemos presencia policial. Es la realidad que estamos viviendo a diario. El miedo no nos paraliza, tenemos que seguir”, describió. ■
Christian Santoyo Delgado era peruano. Se había recibido de abogado en la UBA.