Trump felicitó a las campeonas, pero puso reparos a la igualdad salarial
El presidente de EE.UU. dijo que quiere “ver los números” que producen el fútbol femenino y masculino.
El tema está instalado. Las jugadoras quieren igualdad salarial. Y los hombres, los dirigentes, responden con capitalismo. Y el mayor exponente es Donald Trump, presidente de Estados Unidos, que primero saludó las jugadores y luego se refirió a la equidad de salario, aseguró que quiere ver los números, lo que genera en un año completo, fuera de la concurrencia de un Mundial, el fútbol femenino.
La respuesta de Trump tenía una destinataria: Megan Rapinoe, la capitana y goleadora del tetracampeón del mundo. La semana pasada Megan se anticipó a algo que podía pasar: “Si ganamos la Copa del Mundo, no voy a ir a la maldita Casa Blanca”. El presidente le respondió inmediatamente con un primer tuit: “Megan no debería faltar el respeto a nuestro país, la Casa Blanca o nuestra bandera”. Luego, agregó: “Megan debería GANAR antes de HABLAR”.
Estados Unidos le ganó la final a Holanda 2-0, Megan hizo un gol, festejó, dio la vuelta olímpica, recibió el primio a la mejor jugadora y a la goleadora y después habló. “Todas las jugadoras durante este Mundial hemos brindado el espectáculo más increíble. No se puede hacer nada más para impresionar. Ahora la conversación nos tiene que llevar al siguiente nivel. ¿Qué viene ahora? ¿Cómo van a apoyarnos? Las mujeres, en todo el mundo, queremos continuar adelante. Estamos listas para tener la igualdad salarial”, afirmó.
Trump primero intentó ser diplomático. “Quiero darle la enhorabuena a la Selección femenina de fútbol de Estados Unidos por haber ganado el Mundial. Es un logro increíble”, afirmó en un video difundido desde un aeropuerto, a punto de abordar el Air Force One. Y luego, contraatacó: “El mundial femenino es una cosa, pero también hay que ver al fútbol profesional, qué parte se lleva cada uno. No sé cuáles son esos números. Me gustaría verlos. Pero hay que ver a las grandes estrellas del fútbol masculino, las grandes estrellas del fútbol femenino, lo que generan en un año completo, el nivel de concurrencia en el fútbol femenino fuera de un Mundial. Me gustaría verlo todo”.
Pero las palabras de Rapinoe no sólo estaban dirigidas al presidente de su país, también a los máximos dirigentes del fútbol, al de la FIFA y al de la Federación de Estados Unidos. “¿Qué vamos a hacer al respecto? Gianni, ¿qué vamos a hacer al respecto? Carlos Cordeiro, ¿qué haremos al respecto?”,
La jugadora norteamericana tiene claro que este es el momento para despegar, para ir más a fondo y mejorar no solo las condiciones del fútbol femenino en su país sino en todo el mundo. “Es hora de sentarnos con todos y realmente comenzar a trabajar. Este juego ha hecho mucho para todos nosotros. Hemos puesto mucho en eso. Creo que es un testimonio de la calidad en el campo, Creo que todos lo demás coincide en eso. Entonces, ¿cómo conseguimos que todo coincida y continuamos impulsando esto?. Porque creo que es este punto el argumento que hemos tenido es nulo e inválido”, explicó Megan.
Las razones son claras, las campeonas cobrarán 4 millones de dólares mientras que los ganadores del Mundial de Rusia, cobraron 36 millones. En total, la FIFA repartió 400 millones en 2018, contra 30 de este año. ■