Se acabó la discusión: la mejor empanada de 2019 es mendocina
Concurso en Mataderos. Evaluaron su relleno, repulgue y cocción. Su secreto: carne cortada a cuchillo y grasa de vaca.
La mejor empanada del país es mendocina. Así lo determinó un jurado que evaluó la masa, el relleno, la cocción y el repulgue. Fue ayer en el Campeonato Federal de la Empanada, en el que compitieron 15 cocineros profesionales de distintas provincias. El marco: La Fiesta de la Empanada en la Feria de Mataderos, a la que asistieron 150.000 personas, según el Gobierno Porteño, que organizó el evento.
La ganadora es María del Carmen “Chacha” Vicario (59), que trabaja en la localidad mendocina de Maipú. El segundo lugar fue para Valeria Velázquez (43), de Famaillá, Tucumán. Y el tercero, para Ana María Goyenechea (71), de Capital. Ese podio fue elegido por un jurado integrado por Dolli Irigoyen, Pietro Sorba, Juan Braceli, el periodista de La Nación Sebastián Ríos y el periodista de Clarín Guillermo Kellmer, entre otros.
El secreto de la felicidad en forma de empanada mendocina fue cebolla rehogada en grasa de vaca, a la que se le agregaron carne cortada a cuchillo y, luego, huevo duro y aceitunas verdes. La masa también tuvo grasa de vaca, manteca y, después de una amasada, mucha maicena. Esa fue la fórmula que llevó a Chacha al primer puesto. Su inspiración fue la receta de su mamá, “que hacía unas empanadas y unos panes maravillosos”, cuenta. Pero, también, su propia experiencia en la cocina.
Es que, a sus siete años, Chacha ya ayudaba en la cocina familiar. Tres décadas después, mientras trabajaba en los viñedos de la familia Zuccardi, se enteró de que en un restaurante de esa bodega buscaban a alguien para el puesto de bachero y arrancó. “Siempre me metía a ayudar en la cocina, hasta que unos meses después me ofrecieron hacerme cargo del sector de empanadas”. Y dice cuál es la clave para que sea una empanada mendocina de ley: que haya sido cocida en un horno de barro. “Si se hacen fritas, no les llamamos empanadas, sino pasteles”, explica.
Otro premio fruto de la herencia familiar fue el del segundo puesto, en manos de Velázquez. “Todo lo que sé de gastronomía lo aprendí de mi abuela”, reconoce esta cocinera. El podio se completó con Ana María Goyenechea, que desde hace 25 años trabaja en el tradicional puesto de tortas fritas y pastelitos de la Feria de Mataderos “Las 3 Marías”. ■