Mercedes para millennials
Según el texto que acompaña el envío del disco Legado, La Charo (o Charo Bogarín) y Mercedes Sosa nunca compartieron escenario -y vaya uno a saber si alguna vez se cruzaron cara a cara-, y fue precisamente ésa una de las razones que habría llevado a Fabián Matus a invitarla a ser parte de las propuestas que había pensado el hijo de La Negra para homenajear a “la mami” a 10 años de su muerte, que se cumplirán el 4 de octubre.
Afortunadamente, la muerte de Matus, ocurrida el 15 de marzo de este año, no interfirió en la grabación de la decena de temas que componen el álbum, que se llevó a cabo entre enero y abril de 2019, y que actualiza varios de los clásicos del repertorio de “la voz” argentina con un plan de navegación de alto riesgo que La Charo atraviesa sin naufragios para llegar a buen puerto.
Porque lejos de la complacencia o de la comodidad de ir sobre lo seguro, la integrante de Tonolec propone una nueva lectura de aquella obra, desde una mirada en la que la electrónica juega un papel esencial. Lo mejor es que para Bogarín la cosa no se agota en meterle un beat artificial y un par de ruiditos; se trata de pasar aquellas canciones a través de un proceso que incluye un tratamiento vocal y un abordaje armónico no siempre fieles al original, y un saludable respeto por su fuerte impronta estética. Que para copias o imitaciones sobran los ejemplos.
No conforme con eso, la cantante se anima a incluir citas de la Negra en varios de los tracks, con el desafío que implica contrastar o complementar la propia voz -vale decir la de cualquiera- con la de la artista tucumana. Y una vez más, sale airosa en casi todos los casos. En una escala de mayor a menor, Celador de sueños, del dúo Orozco-Barrientos y con arreglos de King Coya y teclados de Gaby Kerpel, es donde esa combinación encuentra su mejor continente, y casi que obliga a cantar, y bailar, con ellas.
El acierto en el enfoque se extiende a las versiones de La colina de la vida, de León Gieco, y en Caja de música, con letra de Jorge Luis Borges y música de Pedro Aznar. En la primera, por la presencia clara de Chancha Vía Circuito en la construcción del sonido ambiente; en la segunda, por la casi imperceptible participación de Daniel Martín, en la creación del clima en el que te hace entrar como por un tubo para ser parte de esa alquimia de palabras y melodías con invocaciones orientales, que Mercedes cierra con una caricia para los oídos.
Si haber escuchado a Calamaro hacer Naranjo en flor acercó a muchos al cancionero del Polaco Goyeneche, así como haber escuchado Cuadros de una exposición por ELP llevó a otros a conocer a Mussorgsky del mismo modo que los Bersuit con El tiempo no para abrieron la ventana para ver que del otro lado estaba Cazuza, bien puede ser Legado un pórtico para el ingreso de “new arrivals” al universo de Mercedes Sosa y para que los fans de La Negra salgan a ver qué de bueno pasa afuera. ■
La Charo presenta “Legado” el 10 de agosto en ND Teatro, Paraguay 918. Entradas desde 500, por Plateanet.