Aguad dijo que Rico no amenazó la democracia, saltó la polémica y se disculpó
El ministro de Defensa dijo que el alzamiento de 1987 fue "algo chiquito" y después dio marcha atrás.
El ministro de Defensa minimizó la rebelión carapintada. Fue al justificar que su ex líder, Aldo Rico, participara el martes del desfile patrio, y dijo que como veterano de Malvinas tenía derecho a hacerlo. Recibió críticas de muchos radicales y pidió disculpas por sus dichos.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad, dio marcha atrás. Tras sus polémicas declaraciones de ayer, en las que dijo que el alzamiento de los "carapintadas fue algo chiquito", el dirigente radical pidió "disculpas" dijo rechazar "cualquier alteración del orden democrático".
Según un comunicado del Ministerio de Defensa, Aguad "pide disculpas si sus dichos sobre ese hecho fueron mal interpretados y ofendieron a la ciudadanía, al tiempo que enaltece la figura del ex presidente Raúl Alfonsín, quien llevó adelante un enorme trabajo para conservar el orden institucional". Asimismo, apunta que "Aguad reitera su repudio histórico al levantamiento carapintada ocurrido en 1987, en Campo de Mayo, y rechaza cualquier alteración del orden democrático o comportamiento que altere contra la institucionalidad".
Así, el ministro buscó cerrar la polémica que generó cuando al intentar desligar al Gobierno de la presencia de Aldo Rico en el desfile militar por los festejos por el Día de la Independencia, lanzó una frase que generó ruido político.
"Lo de los carapintadas es cosa vieja. Fue un acontecimiento chiquito en la historia que no tuvo ninguna implicancia. Yo no creo que haya puesto en jaque a la democracia, me parece que fue un movimiento como consecuencia de algo que venía de antes. Eso la democracia lo superó, no dejó que evolucionara, yo no le daría tanta trascendencia", señaló en radio Metro, al ser consultado por la participación de Rico en el desfile.
Al respecto, desde el entorno del ministro y también fuentes de la Casa Rosada, indicaron que de todos modos la decisión de incluir a Rico fue ajena al Gobierno: "Lo deciden los Veteranos de Guerra, no depende de nosotros", fue la explicación".
Aguad, sin embargo, fue más allá. “Aldo Rico es veterano de Malvinas y tiene derecho a desfilar. Lo de los carapintadas es historia vieja, yo creo que no hay que sacarlo eso, pasó”, consideró el ministro.
Estas declaraciones generaron rechazo desde distintos sectores políticos, incluida la Unión Cívica Radical, partido que integra Aguad. Ricardo Alfonsín fue uno de los que le respondió públicamente: "Con todo respeto, @OscarAguadCBA: tus dichos no hacen otra cosa que ofender a cuantos lucharon por la democracia y su consolidación, por la paz y contra la violencia. No tenés derecho falsear la historia de esa manera, ni a agraviar así a los argentinos", le recriminó vía Twitter.
La marcha atrás de Aguad sorprendió a la Casa Rosada, que había decidido mantenerse al margen de la polémica y lo intentó delimitar exclusivamente en una cuestión de Aguad. "Es su opinión. Nadie le va a impedir hablar", repetían los voceros, aunque dejaban claro que no expresaba la postura de Macri.
De hecho, el secretario de Comunicación Pública, Jorge Grecco, fue uno de los que sufrió el último intento carapintada, del que no participó Aldo Rico. En el alzamiento del 3 de diciembre de 1990, planeado por el por entonces coronel Mohamed Alí Seineldín, Grecco quedó en el medio de un ataque a tiros de carapintadas mientras cubría como periodista la rebelión militar para la revista Somos. Grecco, que se encontraba en el estacionamiento oficial, frente al edificio del Correo Central, recibió un balazo en el brazo izquierdo -se cree que desde el edificio Guardacostas de Puerto Madero- y fue trasladado a la enfermería de Casa Rosada. ■
“Me alegro de que el ministro (Aguad) haya pedido disculpas. Minimizar el hecho es un despropósito. Semana Santa fue un punto de inflexión en la historia con el pueblo en la calle”. Horacio Juanarena.
Ex ministro de Defensa radical