Actuación inolvidable
Sobre césped mostró un nivel de tenis superlativo. “Estoy en un buen momento”, dijo.
Cumplió su mejor performance en un Gran Slam. El bahiense nunca había llegado a cuartos de final y lo logró en Wimbledon. Perdió con el español Bautista Agut, pero el balance fue todo ganancia.
Por supuesto queda el dolor de la derrota y la chance trunca de haberse colado como el cuarto as en una baraja que bien pudo haber contado en las semifinales con él y los -quizátres mejores jugadores de la historia. Sin embargo, ese árbol caído no debe tapar el bosque mágico en el que vivió Guido Pella en los últimos diez días. Después de batallas épicas, de tie breaks sufridos, de remontadas heroicas, de triunfos avasallantes contra rivales de una enorme jerarquía y de convertirse en apenas el cuarto argentino que se metió entre los ocho mejores de Wimbledon (17.769.000 libras), a Guido Pella (26° favorito) se le terminó la travesía más soñada de sus 29 años. El culpable fue el español Roberto Bautista (23°), que lo venció por 7-5, 6-4, 3-6 y 6-3 y lo eliminó del All England.
Pero todo fue ganancia para Pella. En poquito más de una semana logró la misma cantidad de victorias (cuatro) que había obtenido en su carrera en los cuadros principales de torneos sobre césped. Habiendo vencido a Kevin Anderson ( octavo del mundo) y a Milos Raonic, además se probó a sí mismo que el triunfo del año pasado en el mismo torneo frente a Marin Cilic tal vez fue más que una casualidad.
Y esa es una gran señal para el futuro del bahiense porque recién a partir del año pasado se insertó con fuerza en los torneos de esa superficie. Con Wimbledon 2019 lleva seis y en tres de ellos avanzó al menos dos rondas. Para un argentino, que como todos sus compatriotas encuentra en el césped la superficie más compleja de domar, es un síntoma esperanzador.
Sin embargo pocas cosas cambiarán en su seno. “Todos los torneos que fui pasando y en los que me fue bien siempre tuvieron un impacto de confianza en mí -dijo-. Pero yo sigo siendo igual; la semana que viene defenderé una final de ATP y estoy viendo cómo recuperarme para llegar de la mejor manera porque no será fácil después de todo lo que viví estas dos semanas”.
Claro que se lleva una inyección anímica extra de su experiencia en Londres porque ese marco de confianza en sí mismo le ayudó a verse más capaz. “Estoy en un buen momento; logré un objetivo muy lindo que es ganar partidos en Grand Slams. Me acuerdo que de Roland Garros me fui frustrado porque mi mejor actuación había sido tercera; me comieron un poco los nervios y la presión y no pude llegar a jugar bien. Pero este torneo me dio la pauta de que aun en Grand Slams puedo jugar bien”, señaló.
Claro que nuevamente le apuntó a que las mayores modificaciones a partir de los cuartos de final que consiguió serán meramente deportivas. “Por ahí esto te cambia un poco la planificación porque antes hay ATPs 250 y si los jugás bien llegás fusilado a un Grand Slam. Va a ser más que nada un ajuste de los torneos previos y posteriores si sigo ganando en este nivel. Eso será algo que deberé planificar muy bien porque la energía mental que requiere el tenis es muy alta y uno quiere llegar bien a todos los torneos”, aseguró.
El crecimiento de Pella en 2019 no se detiene y ya es con creces el mejor de su carrera. Ganó su primer torneo (San Pablo), fue finalista en la primera edición de Córdoba y totaliza 27 victorias (con 16 derrotas), dos más que las que consiguió en 2018 y que eran su mejor marca personal. Desde que fue parte fundamental del equipo que ganó la Copa Davis, dio algunas señales de un buen tenis en la campaña siguiente y definitivamente se estableció en el circuito.
Además su producción en Wimbledon le permitirá sumar 270 puntos para el ranking, en el que desde el lunes se ubicará 24°, a sólo tres puestos de su mejor aparición (21°) y como el segundo mejor argentino. O el primero tal vez en poco tiempo si se tiene en cuenta que Juan Martín Del Potro difícilmente vuelva a jugar en la temporada. ■