El Brexit, fondo de la renuncia
La renuncia de Sir Kim Darroch siguió al fracaso del probable futuro premier británico, Boris Johnson, en decir que apoyaba su continuación en la embajada. Y todo a pesar de haber tenido todas las chances de defenderlo ante la TV. Como lo dijo el secretario del Foreing Office, Alan Duncan: al rechazar seis veces decir que apoyaba a Darroch, Johnson acabó tirándolo debajo del tren.
Sin el respaldo del presidente de EE. UU. o de su futuro jefe, Darroch naturalmente concluyó que no tenía futuro como interlocutor entre Londres y Washington. Se dio cuenta, en palabras de un amigo que habló con The Guardian, que Johnson no le había dejado otra opción. Cualesquiera que sean las expresiones de arrepentimiento de Johnson, el Foreign Office sabe que efectivamente despidió a Darroch, creyendo que estaba cumpliendo las órdenes de Donald Trump (...).
Su renuncia significa que el malintencionado se salió con la suya. Era bastante claro desde el principio que el objetivo político de la filtración de los documentos de Darroch era eliminarlo para que lo reemplazara un verdadero Brexiter del tipo que Nigel Farage (y ahora, aparentemente, Johnson) cree que es necesario si se quiere sacar al Reino Unido de la Unión Europea. También quedó claro que, a pesar de las protestas de la Oficina de Relaciones Exteriores, Trump estaba decidido a lanzarle una bola negra a Darroch. El embajador se excluyó de una reunión entre el secretario de Comercio, Liam Fox, e Ivanka Trump para evitar cualquier vergüenza para la hija del presidente. Pero se encontró fuera de la lista de invitados de la cena para la visita del emir de Qatar.
Darroch pasó una noche inquieta pensando si renunciar o resistir hasta su retiro a fin de año. Según Simon McDonald, el secretario de la Oficina de Asuntos Exteriores, Darroch sintió que mientras se quedara en Washington él y su familia serían un objetivo. Un embajador puede adquirir un perfil personal, pero no debe convertirse en la historia (...). La decisión de Johnson de no defenderlo fue un acto deliberado de sabotaje. Johnson optó por traicionarlo porque considera que su relación con Trump es fundamental para el éxito del Brexit. ■