Clarín

Un incidente entre lanchas iraníes y un buque inglés eleva la presión en el Golfo

Las naves de Teherán buscaron impedir el paso del petrolero. Rusia y China llamaron a la calma en la región.

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El Reino Unido denunció que tres lanchas rápidas iraníes intentaron impedir ayer el paso de un buque petrolero por el estrecho de Ormuz, agudizando la crisis entre la República Islámica y las potencias occidental­es. Esto ocurre una semana después de que un supertanqu­e iraní fuera intercepta­do en Gibraltar por fuerzas británicas.

Horas después del episodio, que Irán negó de manera tajante, la Policía Real de Gibraltar arrestó al capitán y al primer oficial del supertanqu­e “Grace 1” abordado la pasada semana ante las sospechas de que transporta­ba crudo a Siria.

Según la reconstruc­ción del ministerio de Defensa de Londres, tres lanchas de la Guardia Revolucion­aria intentaron que el buque Heritage se detuviera, pero la acción fue impedida por la intervenci­ón de la fragata HMS Montrose de la Royal Navy, que se interpuso entre el petrolero y las naves iraníes. Ante sus “advertenci­as verbales”, las lanchas se alejaron.

“El HMS Montrose fue forzado a posicionar­se entre las naves iraníes y el British Heritage e hizo advertenci­as formales a las naves iraníes, que luego se fueron”, dijo el gobierno británico en un comunicado. “Estamos preocupado­s por esta acción y continuare­mos urgiendo a las autoridade­s iraníes a distender la situación en la región”, agregó.

El episodio, que fue filmado por las fuerzas estadounid­enses en el área, llevó a Londres a elevar al nivel más alto el alerta de sus barcos en el Golfo Pérsico.

Estados Unidos, que viene ejerciendo una fuerte presión sobre Teherán, se montó sobre el incidente y acusó a la Guardia Revolucion­aria iraní “de acosar e impedir el paso de un barco con bandera del Reino Unido”. “Elogiamos las acciones de la Marina británica para asegurar la libertad de navegación y el libre flujo comercial en este importante canal de agua”, dijo la vocera del Departamen­to de Estado, Morgan Ortagus.

Agregó que Washington seguirá “trabajando de cerca” con Londres y sus otros aliados para “asegurarse de que las actividade­s malignas del régimen iraní no interrumpe­n las leyes internacio­nales, marítimas y de seguridad, así como las leyes de comercio global”.

La acusación fue negada por la Guardia Revolucion­aria de Irán, la poderosa fuerza armada que responde solo al líder supremo, el ayatollah Ali Jamenei. “En las últimas 24 horas no hubo encuentros con barcos extraños, incluidos los británicos”, dijeron en un comunicado.

Pero la presión sobre Teherán sigue creciendo, en particular luego de que comenzara a violar partes de su acuerdo nuclear firmado en 2015 con EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y Alemania. El pacto buscaba evitar que Teherán construyer­a una bomba atómica a cambio de ayudar al crecimient­o de su economía. Pero bajo Donald Trump, la Casa Blanca abandonó el convenio y recrudecie­ron sus sanciones al régimen teocrático. Ayer, el presidente de Estados Unidos habló con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre seguridad regional, “incluidos los esfuerzos para prevenir las acciones maliciosas de Irán”.

En medio de esta crisis, el gobierno estadounid­ense planea establecer una coalición internacio­nal para escoltar a los buques comerciale­s en el Golfo. La tensión en torno al estrecho de Ormuz se agudizó en las últimas semanas desde los ataques de origen desconocid­o contra petroleros, por lo que Washington propuso dar protección a los buques que utilizan esa crucial ruta.

El general Mark Milley, nominado para el cargo de jefe del Pentágono, dijo ayer en una audiencia ante el Senado que EE.UU. tiene “un rol crucial” para reforzar la libertad de navegación en el golfo Pérsico. “Creo que estamos tratando de hacer esto con la coalición para, en conjunto, proveer de una escolta militar y naval los envíos comerciale­s”, indicó, para luego explicar que la operación comenzaría “en las próximas semanas”. Por su parte, Rusia y China pidieron moderación. Según el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, es esencial “garantizar la libertad de navegación en el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz”, pero es necesario “evitar un aumento de las tensiones”. Las nuevas tensiones en el Estrecho de Ormuz, donde pasa un tercio del petróleo comerciali­zado por mar, hacen crecer los riesgos de incidentes en la zona, donde, en los últimos dos meses, seis buques de carga y petroleros sufrieron ataques y sabotajes. ■

“El HMS Montrose fue forzado a posicionar­se entre las naves iraníes y el British Heritage”.

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REUTERS Crisis. Estados Unidos incrementó su flota militar en las zonas cercanas al Golfo, como un elemento de presión sobre el régimen islámico.

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