Por los temblores en su cuerpo, Merkel prefirió escuchar el himno sentada
En menos de un mes, la canciller alemana Angela Merkel fue noticia repetida en todos los medios del mundo por cuestiones que nada tienen que ver con su actividad política. Es su salud la que encendió las alarmas globales, cuando se la pudo observar temblando sin control durante tres actos oficiales.
El penúltimo episodio ocurrió el miércoles pasado, luego del cual la mandataria decidió romper el protocolo y participar del siguiente evento, ayer jueves, sentada mientras escuchaba el himno nacional de su país. Así se la vio durante la ceremonia de honores militares para la ministra danesa, Mette Frederiksen, en la cancillería de Berlín.
Merkel recibió a su par, ambas caminaron hasta una plataforma donde se ubicaban dos sillas blancas y presenciaron el acto sentadas a la par. Las dos mujeres, sonrientes y visiblemente relajadas, escucharon los himnos nacionales de sus dos países entonados por la orquesta militar, bajo los focos de las cámaras y la mirada del público frente a la cancillería. Después, con el paso firme, Merkel pasó revista a las tropas junto Frederiksen. "Estoy muy bien. No hay que preocuparse", había declarado la canciller luego de su tercer crisis de espamos durante otro acto en la cancillería con el primer ministro finlandés, Antti Rinne.
Además, la mandataria, que el próximo miércoles cumplirá 65 años, explicó que había reaccionado con ansiedad al recordar el primer episodio de temblores, ocurrido hace de un mes. "Esto ya no se detiene", titulaba en portada este jueves Bild, el diario más leído de Alemania, con una foto de Merkel. Y en paralelo el resto de los medios alemanes cuestionaban el estado de salud de la canciller, en el poder desde hace casi 14 años.
El periódico, que cita fuentes cercanas al gobierno, asegura que Merkel se sometió a exámenes médicos intensivos, sobre todo de sangre, tras el primer impactante incidente del 18 de junio en un acto con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. Estos estudios no habrían revelado ningún tipo de insuficiencia de carácter mineral. En aquel momento la líder lo atribuyó a una deshidratación relacionada con el intenso calor que hacía en Berlín. El segundo evento que puso el ojo sobre su salud ocurrió el 27 de junio, cuando Angela volvió a temblar durante la toma de posesión de la nueva ministra de Justicia.
"Creo que he hecho los comentarios pertinentes. Y pienso que mi declaración de que estoy bien debe ser aceptada. También creo que como vino, un día pasará. Pero aún no ha llegado ese momento", se limitó a decir Merkel al ser consultada por sus reiteradas crisis. Hasta el momento, más allá de la batería de estudios a la que hace alusión Bild, no trascendió si la canciller ha estado recibiendo algún tipo de tratamiento médico. Tampoco hubo información oficial.
Por el contrario, Merkel confirmó que mantendrá sus compromisos sin alteraciones. Este domingo planea asistir al tradicional desfile militar que se realiza en París durante la fiesta nacional francesa, en conmemoración de la toma de la Bastilla. ■