Casetta firmó la mejor actuación de un atleta argentino en la temporada
La medalla de plata significa una gran dosis de confianza de cara a su participación en los Juegos Panamericanos.
Belén Casetta concretó ayer una de las actuaciones más importantes de su campaña y la más relevante del atletismo argentino en lo que va de la temporada, justo cuando los Juegos Panamericanos de Lima están a la vuelta de la esquina. La marplatense -que es una de los 14 atletas nacionales ya confirmados en la misión para la gran cita continental de esta temporada- ganó la medalla de plata de los 3.000 metros con obstáculos en los Juegos Mundiales Universitarios (Universiada), cuya 30ª edición se disputa en el San Paolo de esta ciudad, el escenario de tantas hazañas concretadas por Diego Maradona en Napoli.
Dentro del historial de la Universiada -una competición que suele congregar a atletas de primer nivel mundial- la mejor actuación argentina le correspondía a Solange Witteveen, quien había conseguido la medalla de bronce de salto en alto en Palma de Mallorca, en 1999. Dos años antes Carlos Gats había sido finalista de los 100 metros.
Casetta empleó 9m43s05 para escoltar a la polaca Alicja Kojnieczek, oro con 9m41s46 mientras el bronce le correspondió a la etíope Meswat Dagnaw con 9m45s48. Otra argentina, Carolina Lozano, terminó 13ª con 10m26s41.
Aunque la de Casetta fue la primera medalla para la misión argentina en Nápoles, los atletas de nuestro país vienen cumpliendo buenos desempeños en la Universiada ya que también Joaquín Gómez (quinto en lanzamiento del martillo), Sergio Pandiani (sexto en decatlon) y Ailén Armada (sexta en lanzamiento del disco) se ubicaron entre los mejores en sus respectivas disciplinas.
Después de su primera experiencia olímpica en los Juegos de Río de Janeiro 2016, Casetta se había posicionado como la mejor atleta argentina en 2017 al alcanzar la final de los 3.000 metros con obstáculos en el Mundial de Londres donde estableció el récord sudamericano -aún vigente- de 9m25s99.
Ese mismo año fue sexta en la Universiada de Taipei. Pero en su mejor momento sufrió una serie de lesiones que la perjudicaron y la mantuvieron inactiva, sobre todo en la pasada temporada.
Ya recuperada físicamente volvió a competir el 15 de mayo en Los Angeles. Y no tardó mucho en volver a los primeros planos.
Apenas diez días después de ese primer torneo se consagró subcampeona en el Campeonato Sudamericano de Lima con un tiempo de 10m04s54, el que hasta ayer era su mejor registro de 2019.
En Nápoles firmó una actuación que le dará una gran dosis de confianza de cara a los Juegos Panamericanos que se pondrán en marcha el 26, es decir, dentro de apenas dos semanas. ■