El nuevo MoMA, de gira
Aún en obra, el icónico museo de Nueva York suma espacios, un área de performances y mira más a la región.
El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) llegó a Buenos Aires para presentar su ambicioso proyecto de expansión, que estará listo en octubre e incluye más metros cuadrados en sus salas de exposición y buscará, además, “reimaginar su colección” de arte moderno y contemporáneo, según explicó Glenn D. Lowry, su director, en conferencia en el Malba porteño. Unos 4.000 metros cuadrados ya se sumaron, a partir de la compra de lotes linderos con fondos privados, en su mayor parte originados en donaciones.
El MoMA –que permanece cerrado desde junio– trabajó en el diseño del nuevo edificio con los arquitectos Diller Scofidio + Renfro, en colaboración con la firma Gensler. Uno de los espacios más emblemáticos del nuevo trazado, el David Geffen Wing, llevará el nombre del multimillonario productor de discos (editor del último de John Lennon) y fundador del estudio de cine Dreamworks, que donó 100 millones de dólares para esta obra, que costará en total unos 450 millones.
Transformada en un espacio más abierto y transitable, la planta baja será de acceso libre y gratuito, con horarios más amplios: entre las 10 y las 21. La performance en vivo tendrá un lugar exclusivo y permanente en el Studio, y será una de las grandes novedades del nuevo MoMA, a las que se suma una mayor rotación de las obras que atesora su colección y una mirada abierta a artistas de todas las geografías, en busca de una concepción global.
“Tenemos tres grandes metas: dotar al museo de más y mejores espacios de exhibición, hacer la experiencia más disfrutable y comprensible para todos, y dar a conocer la energía del Midtown de Nueva York”, explicó Lowry, que fue presentado por Eduardo Costantini, director del Malba, con una anécdota: “Conocí a Glenn cuando este museo era un proyecto y en su visión era evidente que tenía que combatir mi ego y no llamarlo Museo Costantini, así apareció el nombre de Malba”, concedió al concluir una serie de hitos en el vínculo entre ambas instituciones.
Acompañaron a Lowry la argentina Inés Katzenstein, curadora de arte latinoamericano del MoMA, nombrada hace poco más de un año, y Sarah Meister, curadora de fotografía.
“Es un momento excitante para el arte latinoamericano”, dijo Katzenstein, también directora del flamante Instituto Cisneros para la Investigación del Arte de América Latina. “La donación de importantes obras de arte moderno de esta región por parte de Patricia Phelps de Cisneros, que promovió este instituto, no es la única buena noticia: en septiembre se sumará otra latinoamericanista al plantel del MoMA, que tiene más de 50 curadores entre 750 empleados”, adelantó. Aunque no relevó los nombres de los artistas argentinos que estarán presentes, Katzenstein habló de Sur Moderno: itinerarios de la abstracción, la exhibición a su cargo que formará parte de la reapertura del museo neoyorquino, el 21 de octubre, y continuará hasta marzo de 2020. Apuntará, se dijo, a una mirada más profunda sobre las pinturas, esculturas y obras en papel que se incorporaron a la colección entre 1997 y 2006: trabajos de arte abstracto, concreto y geométrico de artistas de Brasil, Venezuela, Argentina y Uruguay.
Katzenstein anunció, además, el lanzamiento de un programa de becas de investigación sobre arte latinoamericano para artistas, curadores y académicos, y el renovado interés por incrementar la presencia de mujeres en la vida de la institución.
Además de Sur Moderno, protagonizarán la reinauguración una exhibición de la leyenda del arte contemporáneo Betye Saar, artista afroamericana que durante los 70 abordó los estereotipos femeninos y raciales; una retrospectiva del estadounidense William Pope.L, famoso por su trabajo con la performance e intervenciones en el espacio público, y un nuevo capítulo del programa The Elaine Dannheisser Projects Series, que desde 1971 presenta artistas emergentes. Para 2020, el MoMA habrá rotado todas las obras de sus salas principales. Y en el área de fotografía, tendrá un 30 por ciento más de espacio para mostrar 25 mil obras. ■