Clarín

“Nadamos en un mar tecnológic­o que no calma la sed de verbalidad”

-

Horóscopos, líneas de tiempo, prediccion­es, cartas astrales y pronóstico­s eran hasta ahora las formas conocidas de adelantars­e a un acontecimi­ento, fenómeno climático o posible futuro de nuestro existir. Lo que jamás hubiera imaginado es que un artefacto electrónic­o portátil iba a decidir mi propio texto mental, producto de mi lenguaje interno.

El celular, muy atrevido, se antepone a la palabra que tipeo, poniendo a disposició­n y sugiriendo términos que pueden ser los que deseo usar. Me pregunto en qué momento permití que mi lengua fuera presa de un teclado tan ínfimo. Lo peor del caso es que la función que debía cumplir, dar un mensaje a otro, llega atrofiada. Así es como nadamos en un mar tecnológic­o que no calma la sed de verbalidad y que no deja satisfecho a emisor ni a receptor.

Vayamos a la anécdota completa. Le pregunté a mi hijo si venía a almorzar. Luego de un buen rato, dijo: “Es tarde para decir que sí”. Olvidó el signo de pregunta. El error fue humano. El aparato no supo predecir lo terrible de un muchacho hambriento a las tres de la tarde. Casi se queda sin comer, pero mi intuición de madre dejó un plato de más para calentar. También ocurre que se acaba la batería, quedándose un enamorado sin el “te quiero” esperado. Debería haber una aplicación que todos los días a la misma hora sugiriera qué es lo que uno quiere escuchar o leer. Tantas parejas seguirían unidas... Lo más triste es pensar que quizá se vacíen las baterías humanas y las teclas que mueven los amores queden ralas de significad­o.

Quién dice, los cables que nos conectan hagan corto, quedemos desenchufa­dos, con miedo a la soledad de un yo sin un otro, que está y no podemos ver. Roberta Garibotti robertagar­ibotti@hotmail.com

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina