Alberto Fernández y su “discurso indigerible”
• Qué difícil es sobrellevar todo lo que (es muy notorio y evidente) le han tirado encima para que resuelva, nombrándolo candidato a Presidente por el kirchnerismo. Pero lo más difícil, tal vez, sea tener que salir a explicar, ahora, todas las durísimas críticas que realizó hasta no hace mucho en relación a su hoy compañera de fórmula.
Uno podría pensar que a los políticos (reyes del sarasa) no les resulta tan complicado desdecirse de sus propios dichos, pero sucede que salvo que logre eliminar de la faz de la Tierra a “YouTube”, todos los videos que muestran a Alberto Fernández denostando impiadosamente a Cristina Kirchner en muchas cuestiones en donde la involucró directamente y sin anestesia, lo dejan parado de la vereda de los “chantas”, aquellos que siempre tienen un discurso a mano para pavonearse en cualquier ocasión, pretendiendo dar cátedra, mostrándose además, como los salvadores providenciales. No es que Nelson Castro, por caso, en la entrevista que le hizo en 2015, le preguntara de manera genérica por graves temas (a los que Alberto Fernández no vacilaba en catalogar de gravísimos), era él quien involucraba en esos hechos a Cristina.
Por ello es que se lo nota, particularmente tenso (y nervioso) cuando tiene ante sí a un periodista de esos que no suelen dar concesiones y preguntan “a fondo”. Mariano Aldao maldao1966@gmail.com • Puedo pensar, con algún grado de madurez, que los candidatos suelen caer en “olvidos” respecto a alguna de las ponencias que sostenían cuando no eran candidatos. Puedo incluso, yendo más allá, admitir que alguna de las convicciones que nos dijeron eran inmodificables, porque hacían a la esencia de . . . bla bla bla, hayan sido en algo corridas un poco hacia la derecha o hacia la izquierda en aras de una concertación que pudiera permitirnos coincidir en políticas de largo plazo (algo que nunca se pudo cristalizar en nuestro país). Pero lo que me resulta indigerible e imposible de creer son los dichos del hoy candidato a Presidente de Unión por Todos, en una entrevista con un periodista, sobre hechos muy puntuales, como la firma del pretendido Pacto con Irán o la forma en que Cristina Kirchner hostigó y condicionó a la justicia designando fiscales que no llegaban a actuar (porque la Procuradora les cambiaba el destino antes de que asumieran colonizando fiscalías clave para las necesidades del gobierno) los haya ratificado ante la Justicia, pero diciendo que los había formulado a título personal, como una simple opinión (esta incluía una explicación al mismísimo fiscal Nisman al sugerirle que el encubrimiento se había concretado con la firma del Tratado (la Ley votada en el Congreso, Cristina Fernández de Kirchner la utilizó para autoamnistiarse).
Todo esto está en las antípodas de lo que decía que pensaba hace, nada, cuando desde otro espacio de pertenencia señalaba con firmeza (y fiereza) las cosas que habían hecho que él abandonara aquel barco, que es al que hoy lo subieron con el cargo de Capitán (junto a otros refugiados) porque ésas, “ésas no eran las cosas por las que él había luchado toda su vida”. Siguiendo con la figura de alta mar diríase que el que le ofrecieron, más que un barco es una barcaza de migrantes, que en su desesperación por llegar a tierra firme antes de ser alcanzados por la espada de la Dama de los ojos vendados no ha medido los riesgos de un naufragio electoral. Juan José de Guzmán jjdeguz@gmail.com