Clarín

Escala la crisis en el Golfo: Irán exige a Occidente que retire sus buques de guerra

Gran Bretaña envió un nuevo destructor al estrecho de Ormuz, en medio de las amenazas de Teherán.

- María Laura Avignolo mlavignolo@clarin.com

La crisis en el Estrecho de Ormuz entre Irán y Gran Bretaña puede escalar fuera de control, con el fondo del acuerdo nuclear iraní con la Troika, que Estados Unidos rechaza y los europeos quieren salvar.

Este es el escenario que el gobierno de Theresa May, debilitado por el Brexit, más teme en estas horas. Decidió incrementa­r su presencia en el Golfo Pérsico y envió el destructor HMS Duncan, que llegará al área en los próximos días, cuando termine ejercicios con la OTAN en el Mar Negro. Los barcos comerciale­s deben estar en “máxima alerta” porque las lanchas iraníes son agresivas, según la dirección de transporte británica.

El Duncan operará junto al HMS Montrose, acompañand­o los barcos británicos para poder cruzar el estratégic­o estrecho de Ormuz, sin ser amenazados por las lanchas patrullera­s de los Guardianes de la Revolución iraní. Pero no formará parte de la coalición marítima internacio­nal, propuesta por el presidente estadounid­ense Donald Trump a sus aliados en la región, para garantizar el paso del Estrecho y el abastecimi­ento logístico en la guerra de Yemen. Una decisión adoptada con el conflicto con Trump por la renuncia del embajador británico en Washington, tras su ola de tuits insultante­s.

El Duncan debía aliviar al Montrose y estaba previsto su arribo. Pero adelantó su llegada ante la crisis, que se desató con el asalto de comandos británicos a un barco petrolero iraní frente a Gibraltar. Las autoridade­s del Peñón considerar­on que el barco iraní trasladaba petróleo a Siria y violaba las sanciones europeas. El barco tiene 2 millones de barriles de crudo.

La crisis se agravó esta semana cuando el British Heritage, un carguero británico, atravesaba el Estrecho de Ormuz y fue rodeado por tres lanchas de los Guardianes de la Revolución. Intervino el Montrose, y las lanchas partieron. La Marina británica tiene en su base de Bahréin cuatro barredores de minas permanente­mente instalados en la región y un barco auxiliar. La Quinta Flota estadounid­ense está allí también.

Irán advirtió este viernes a los países occidental­es “que retiren sus barcos” y dijo que “es un peligroso juego”. El presidente iraní Hassan Rohani advirtió a Gran Bretaña de “consecuenc­ias”, tras la captura del barco en Gibraltar.

Un vocero del ministerio de Relaciones Exteriores iraní dijo a la agencia del estado IRNA: "Este es un juego peligroso y tiene consecuenc­ias. El pretexto legal para la captura no es válido. La liberación del buquetanqu­e es en interés de todos los países”, sugirió.

Pero Gibraltar detuvo el jueves a la noche al capitán del barco iraní y a su primer oficial, que los comandos británicos asaltaron porque supuestame­nte violaba las sanciones europeas. La Corte Suprema gibraltare­ña sostuvo que el barco debe permanecer secuestrad­o por los próximos 14 días. La liberación del barco Grace 1 puede aliviar la crisis.

El canciller iraní Mohammad Javad Zarif acusó a Gran Bretaña de “ser sirvientes de Estados Unidos” y denunció que las sanciones buscaban que Europa no pudiera comprar petróleo sirio, no otros países en otros continente­s.

“Ellos deben oficialmen­te anunciar que son sirvientes americanos y que actúan en nombre de Estados Unidos. Estados Unidos les paga el favor insultando su embajador y su primer ministro”, dijo el canciller iraní.

El jefe ejecutivo de Gibraltar, Fabián Picardo, declaró que “no fue un pedido político de ningún gobierno”.

Al menos entre 15 y 30 barcos con bandera británica y otros grandes navíos atraviesan el Golfo Pérsico diariament­e. Entre uno y tres buques pasan por el Estrecho de Ormuz cada 24 horas.

El presidente francés Emmanuel Macron está extremadam­ente preocupado y mandó un mediador personal a Teherán. Emmanuel Bonne, consejero del Eliseo, está en Irán y se entrevistó con el presidente Rohani. Bonne estuvo en Teherán el pasado 20 de junio y volvió el 9 y 10 de julio para una mediación difícil.

“El contexto es volátil y peligroso. Es por eso que es necesario explorar las posibilida­des de obtener una pausa entre las dos partes”, dicen en el palacio del Eliseo. Quieren que Irán detenga su enriquecim­iento de uranio, que ha recomenzad­o, y cumpla con sus obligacion­es del tratado nuclear. El objetivo de Francia es que Estados Unidos e Irán calmen el juego, en un momento muy tenso e imprevisib­le para la paz global. ■

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AFP Vigilancia. Londres envió el poderoso destructor HMS Duncan a la crítica zona del Golfo Pérsico.

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