Un estudiante de arquitectura que practica artes marciales
Aunque la muerte del taxista Jorge Gómez (52) complica su situación judicial, Esteban González Zablocki (27) podría seguir en libertad al menos durante 10, según señalaron fuentes del caso. “Él está consternado, quebrado”, sostuvo su abogado, José Luis María Villada. Su defensor es la única vía para saber qué pasa por la cabeza de Esteban en estas horas: por consejo del letrado no hará declaraciones, ni ante los medios ni ante la Justicia.
No es la primera vez que queda involucrado en un hecho de violencia, aunque en la oportunidad anterior no tuvo repercusión mediática. El hecho, según consta en el expediente que lo tiene como protagonista, ocurrió el 23 de enero de 2013. González quedó acusado de romperle la mandíbula a un hombre en un edificio de Mar del Plata, donde estaba pasando sus vacaciones. Según señalaron fuentes del caso a Clarín, la investigación judicial no tuvo avances.
Antes del brutal ataque a golpes al taxista, el acusado cursaba tercer año de Arquitectura en la Universidad Nacional de La Plata. “Iba llevando la carrera a los tumbos, pero la llevaba”, cuentan quienes lo conocen.
Su perfil en redes también habla: según su cuenta de Twitter, tiene experiencia en la práctica de karate Kyokushinkai, una disciplina de arte marcial que se caracteriza por tener mayor contacto que el karate tradicional, con énfasis en bloqueos y golpes de pies y manos.
El acusado trabaja en la empresa de su abuelo, Domingo González y Cía. SA, un lavadero y molienda de conchillas que se usan para aportar calcio al alimento balanceado para animales. Funciona hace 75 años en la zona rural de Los Talas, en el partido de Berisso. Allí, Esteban es encargado del sector de yacimientos de donde se extraen las conchillas de ostras. Cuando lo detuvieron, tenía puesta su ropa de trabajo. ■