Clarín

Sobre etiquetas, modas, broncas y conviccion­es

Habla de los prejuicios, de los técnicos con “buena prensa”, de los problemas del gremio, de los dirigentes...

-

-¿Los jugadores le pueden hacer la cama a un técnico?

-Creo que no. Pero es importante detectar cuando el grupo está o no de acuerdo con vos. Y hay algo clave, los referentes. La relación que vos tengas con los líderes y cómo abrís el juego. Ahora hablan mucho de que se arman reuniones, de que los jugadores opinan o le sugieren cambios al técnico... Eso siempre pasó. Y está muy bien que se hable. Obviamente que hay muchos jugadores que se calientan porque no juegan... El jugador es muy individual­ista. Y cuando vos le vas a hablar ya piensa que lo vas a sacar. Pero no creo que sean capaces consciente­mente de decir “a este técnico lo borramos”. Lo que sí creo es que si no están convencido­s después se nota en la cancha.

-¿Y los técnicos no son individual­istas? Pasan de un club a otro, no hacen respetar los contratos... -Eso es verdad, las cosas en el gremio no están bien. Y tampoco nos juntamos entre nosotros a hablar de estas cosas, a decir que si hay un técnico trabajando no te sientes a negociar con ese club. Yo no lo hago, pero obviamente pasa. Y me jode. Me jode porque sé que me lo hacen a mí. A veces parecés boludo porque cuando estás laburando te enterás de todo. -¿Hay entrenador­es con “buena prensa”?

-Sí, claro, pero es así el juego. Ya estamos grandes y nos conocemos todos. Sabemos cómo se maneja cada uno, quién tiene buena prensa, quién no. Y el juego no me tiene que confundir. Lo que a mí me calienta por ejemplo es que ponen que hay entrenador­es que miran los partidos de inferiores y están 20 horas en un club... ¡Puta! Lo hacemos todos. Pero la diferencia es que yo no lo publico. Después, están de moda el drone y esas cosas, pero yo no necesito un video para ver que el 4 no cierra o por dónde tengo que corregir. Es la moda. Nosotros (junto con Julio Falcioni) agarramos Olimpo y terminamos quintos. En Quilmes, el equipo que ascendió terminó cuarto. Y hoy me tienen catalogado como un técnico que salva equipos del descenso. Y no, la verdad que no es así. Pero agarramos los remos para arrancar bien desde abajo. Nos hicimos un lugar así de chiquitito en Primera y te cuesta sostenerlo.

-También cuesta sacar esas etiquetas: “técnico para equipo chico”, “técnico saca puntos”.

-Claro, porque si yo soy un entrenador de equipo chico pero vos me traés los refuerzos que necesitamo­s, bárbaro. Ahora, si vos tenés quilombo con el descenso, me llevás y me decís que no hay plata para refuerzos, que hay que conformars­e con lo que tenemos, y bueno, es complicado. Me acuerdo que en un club me dijeron “vos sos el técnico ideal para este momento”. Y digo, “la puta madre”. No ponen un mango, tenés que jugar con los pibes de inferiores en una institució­n que tuvo una historia bárbara... ¿Y yo soy el técnico para ese momento? ¡Qué bárbaro! Porque encima si te va mal te meten una patada en el culo. Es un poco injusto. Hoy hay equipos en Argentina que se gastan 40 palos verdes y no juegan bien ni salen campeones. De esas cosas hay que hablar. Entonces, ¿cómo es la canción? ■

 ?? MARCELO CARROLL ?? Newell’s, su último club. De Felippe en la cancha.
MARCELO CARROLL Newell’s, su último club. De Felippe en la cancha.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina