Clarín

Halep le dio una paliza al sueño de récord de Williams

La final de Wimbledon tuvo una sóla protagonis­ta. “Ha sido el mejor partido de mi vida”, dijo la campeona.

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Trabajador­a, sencilla y con los pies en la tierra... y el césped de Wimbledon (22.876.979 dólares). Simona Halep, séptima favorita, mostró una increíble determinac­ión para vencer por 6-2 y 6-2 a la legendaria Serena Williams (11ª) -se llevó una derrota difícil de olvidar porque buscaba su 24° Grand Slam para igualar el récord de Margaret Court- y sumar su segundo título de Grand Slam. La rumana de 27 años parece finalmente lista para establecer­se en ese tipo de torneos que hasta 2018 eran su gran deuda.

Rápida, agresiva, precisa, implacable con el saque y eficaz con el resto de su juego, Halep fue una verdadera bomba atómica sobre la cancha central del All England londinense contra la que Williams no pudo hacer nada. “Creo... No, lo sé, que ha sido el mejor partido de mi vida y además aquí, sobre césped”, dijo la séptima jugadora del mundo que, gracias al título, mañana trepará al cuarto puesto, más cerca de la cima que alguna vez supo conquistar.

Halep reconoce que Roger Federer siempre fue su modelo y que el suizo le había dado un consejo: “Tenés que tener la mentalidad de la ganadora y no decir ‘estoy feliz de estar en la final, es Serena y no tengo ninguna posibilida­d’”.

“Así que lo hice”, afirmó con una sencillez que no perdió pese a haber ganado ya más de 30 millones de dólares en premios.

Hasta hace poco el pasto no era su superficie y nunca antes había llegado a una final de Wimblendon. Era, en cierto modo, lógico debido al bagaje que arrastraba. “Ni siquiera tenemos una cancha de césped en Rumania”, aseguró. Pero recordó que cuando era chiquita su mamá le había dicho que si quería ser tenista tenía que jugar una final en Wimbledon. Por eso se lo propuso, la jugó y la ganó. “Sabía que si teníamos paciencia y trabajábam­os duro lograríamo­s sensacione­s sobre césped. Así que lo hice este año; y lo hice bastante bien”, afirmó.

Halep ya había mostrado un quiebre en 2018 cuando ganó sobre el polvo de ladrillo de Roland Garros después de haber perdido sus tres anteriores finales en Grand Slams. Arrastraba dos derrotas en el propio Roland Garros (en 2014 y 2017) y una en Australia (2018). Eso la había convertido en víctima de no pocas críticas al haber sido una número 1 que fallaba en los torneos grandes. Pero desde que levantó la copa Suzanne Lenglen se sacó una mochila bien pesada y decidió tomarse la vida con una mayor tranquilid­ad.

“Quiero estar más relajada, no quiero poner tanto el acento en el resultado”, afirma asegurando que después de ser la número 1 y campeona de un Grand Slam todo lo demás “viene como un bonus”.

Antes que ella sólo otra jugadora rumana, Virginia Ruzici, había ganado un Grand Slam, en Roland Garros en 1978. Hoy Ruzici es la representa­nte de Halep, líder del ranking en 2017.

Halep colabora con una fundación para mejorar la educación de los niños rumanos y espera que sus victorias “sirvan de inspiració­n” y haga pensar a los chicos que “todo es posible; incluso si venís de un país pequeño”. Vaya si lo logró. ■

 ?? EFE ?? Feliz. Simona Halep ya había obtenido Roland Garros en 2018. Y ahora irá otra vez por el N° 1 del mundo.
EFE Feliz. Simona Halep ya había obtenido Roland Garros en 2018. Y ahora irá otra vez por el N° 1 del mundo.

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