Federer pretende agigantar su historia frente a Djokovic
Es una carrera en la que compiten como si se tratara de la primera vez. Novak Djokovic y Roger Federer difícilmente ya sientan nervios a esta altura de sus carreras luego de los 35 Grand Slams ganados entre ambos que hoy serán 36. El número asombra por sí mismo, pero contextualizado incluso puede ser más grande: es como si durante nueve años ningún otro tenista a excepción de ellos dos hubiera levantado alguno de los cuatro grandes torneos del circuito.
El serbio, máximo favorito, integra un trío de jugadores (los otros dos son Federer y Rafael Nadal, por supuesto) que frenó los debates sobre las nuevas generaciones condenadas a esperar las jubilaciones de quienes no muestran intenciones de abandonar el trono que se prestan desde hace años. Djokovic tuvo su crisis después de ganar por fin Roland Garros en 2016, pero el año pasado la dejó atrás y de qué forma: conquistó Wimbledon y Flushing Meadows luego de -según confesó- pensar en el retiro tras los primeros meses de 2018.
Quizá no genera tanto ruido como Federer o Nadal o, de algún modo, fue algo eclipsado por el resurgir de la dualidad conocida como Fedal, pero ya lleva 15 Grand Slams, tiene un año menos que el español y ejerció largos periodos de dominio en el circuito que lo tiene como el número 1 del mundo.
Durante muchos años calificado como un “privilegiado” por tener un físico impecable, el suizo, segundo preclasificado, finalmente pasó por lesiones y bajones en el juego, pero desde que en 2017 volvió tras más de seis meses al margen de las canchas, está en la primera línea de la batalla. Y tiene, luego de eliminar a Nadal, la chance de volver a escaparse en cantidad de Grand Slams en una lucha en la que el español se puso a tiro como nunca (a sólo dos de distancia) después de ganar en Roland Garros.
El de la final de Wimbledon (17.769.000 libras; césped) será el 48° partido entre ambos (25-22 marca el historial para Djokovic), que son casi dos fijas en el tercer Grand Slam desde 2003. Uno, con el reloj biológico a su favor, quiere aumentar la amenaza al trono del otro que pretende volver a decorar su jardín y dejar de nuevo al mundo con la boca abierta. ■