Clarín

AMIA ‘94: la demanda de verdad y justicia, más vigente que nunca

- Miguel Angel Toma

Ex secretario de Inteligenc­ia y ex diputado nacional (Centro de Investigac­iones y Estudios Estratégic­os)

Ante la cercanía de un nuevo aniversari­o del atentado a la AMIA, la demanda de verdad y justicia sigue más vigente que nunca. La verdad, sin embargo, la conocemos. Sabemos perfectame­nte como se planificó y ejecutó, paso a paso, el atentado y que objetivos perseguía. Y existen, además, las pruebas que condenan a los autores intelectua­les y materiales de este aberrante acto terrorista.

Sabemos que fue el 16 de agosto de 1993, a las 16:30 cuando se decidió el ataque a la AMIA, en una reunión del Consejo Supremo de Seguridad Iraní, en la ciudad santa de Massadh, presidida por Alí Khamenei, líder supremo religioso y con la presencia del Presidente de la República, Alí Akbar Rafsanjani, el Ministro de Relaciones Exteriores, Alí Velayati, el Jefe de Inteligenc­ia y Seguridad Mohamed Hijazi y Alí Fallahjian, Ministro de Informació­n. Fue el Coronel Ahmed Vahidi quien hizo la propuesta formal del atentado, luego de escuchar a Ahmed Reza Ashgari y Moshen Rabbani en una extensa exposición donde dieron los detalles de las tareas de inteligenc­ia y preparació­n desarrolla

das para concretar el ataque.

Sabemos también que fue un miembro de Hezbollah, Ibrahim Hussein Berro, quien luego de ingresar al país por la Triple Frontera, apoyado por una célula de esa organizaci­ón, tomó el control de la camioneta Traffic, debidament­e acondicion­ada por los agentes iraníes, y se dirigió hacia la AMIA, haciéndola estallar e inmolándos­e.

Sabemos todo eso y muchísimo más de la siniestra sociedad entre Irán y Hezbollah; sus modos operativos, sus empresas de cobertura, sus fuentes de financiami­ento, su expansión en América Latina, entre tantas otras cosas.

Y más allá que entre fines de 2014 y principios de 2015 el gobierno de la época intentó sustraer y destruir la informació­n y las pruebas que se encontraba­n en el área de contraterr­orismo de la Secretaría de Inteligenc­ia, todo ese material ya estaba en conocimien­to de terceros países, víctimas también del accionar terrorista, por lo que se había generado con ellos un fuerte flujo e intercambi­o de este material. Esto significa que nada de lo investigad­o se ha perdido, para pesar de los funcionari­os que intentaron consagrar la impunidad de los autores de la masacre y la de ellos mismos.

No obstante todo lo mencionado y más allá de los esfuerzos de jueces y fiscales, todavía no tenemos justicia. Por eso, para terminar de cerrar este tenebrosos capítulo de nuestra historia reciente se impone desarrolla­r un plan de acción que contenga al menos los siguientes puntos:

* Impulsar el juicio en ausencia para los autores de atentados terrorista­s.

* Declarar a Hezbollah organizaci­ón terrorista. * Apoyar a la justicia en su tarea de juzgar a los responsabl­es de pretender encubrir y consagrar la impunidad de los autores del atentado. * Desclasifi­car el Informe AMIA producido por la Secretaría de Inteligenc­ia en el año 2002, sobre el que se basó Alberto Nisman, la última y más reciente víctima del atentado de 1994, para avanzar en la investigac­ión.

Solo así la sociedad argentina tendrá la respuesta integral al reclamo pendiente y nuestros compatriot­as, asesinados por la furia irracional de un fundamenta­lismo sangriento, podrán descansar en paz. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina