Investigan en Europa si Amazon usa los datos privados de sus clientes
La Unión Europea estima que utilizaría esa información para perjudicar a sus competidores.
Europa no afloja el cuello a las grandes tecnológicas estadounidenses, desde hace años en el punto de mira de los servicios de Competencia de la Comisión Europea por prácticas anti competencia. Gigantes como Apple, Google, Facebook o Microsoft tuvieron que pagar en los últimos años multas multimillonarias. Ahora le volvió a tocar a Amazon, que en 2017 ya cedió pagar 250 millones de euros de impuestos que se había ahorrado ilegalmente en Luxemburgo.
La Comisión Europea anunció ayer que abre un expediente de investigación contra la tecnológica estadounidense porque sospecha que Amazon puede estar usando de forma abusiva los datos de clientes y proveedores, y perjudicando así a otros vendedores que usan su plataforma.
La investigación, al mando de la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, empezó en septiembre pasado y ahora se hace pública al constatar que hay sospechas fundadas de que la empresa está concurriendo en prácticas contra la libre competencia. Los agentes de Vestager creen que Amazon usa de forma ilegal “información confidencial” de otros vendedores que usan su plataforma.
La investigación se centra en el servicio llamado "Buy Box". Los vendedores independientes que utilizan la plataforma de Amazon buscan acceder a ese servicio porque les posiciona más arriba en las búsquedas. Acceder a ese servicio, cree Bruselas, es importante para los vendedores independientes. Ahí podría estar el comportamiento anticompetitivo que investiga la Comisión Europea.
Vestager dijo que decidió “examinar atentamente las prácticas comerciales de Amazon y su doble papel como vendedor y como mercado para otros vendedores, para verificar si la empresa respeta las reglas de competencia de la Unión Europea”.
La nueva investigación de Bruselas contra un gigante tecnológico estadounidense va a embarrar aún más la bronca que se traen entre Bruselas y Washington. El gobierno estadounidense amenaza con aumentar los aranceles a la importación de autos y vinos europeos después de que Francia aprobara un impuesto (se preparan similares en varios países, entre ellos España y el Reino Unido) que afectará principalmente a este tipo de empresas, la mayoría de nacionalidad estadounidense.
El presidente Donald Trump dijo hace meses que Vestager “odia a EE.UU.”. Pero Bruselas no piensa levantar el pie y lleva años imponiendo multas multimillonarias a empresas estadounidenses sin que Washington pueda hacer nada para evitarlo. Los legisladores de Washington no están en la misma línea que la Casa Blanca. El martes pasado fueron convocados a dar explicaciones ante la Cámara de Representantes en Washington responsables de Google, Apple y Amazon.
Bruselas ya obligó en 2015 a Amazon a cambiar los contratos que firmaba con editoriales de libros. La empresa aceptó la imposición de la Comisión Europea y se ahorró así la multa.
Si el nuevo expediente acaba en multa, ésta podría llegar al 10% de los ingresos anuales de la firma. Amazon ya aceptó cambiar la forma en que se relaciona con otros vendedores en Alemania después de una exhaustiva investigación. ■