Cinco duelos inolvidables, de aquel 21-21 al susto de Wembley
El seleccionado volverá a enfrentar el sábado a Nueva Zelanda, el adversario al que nunca le pudo ganar.
Los Pumas abrirán el sábado el Rugby Championship en Vélez ante los All Blacks. Los dirigidos por Mario Ledesma llegarán al partido en un gran momento y con mucho rodaje como equipo -la gran mayoría de los jugadores viene de alcanzar la final del Super Rugby frente a Crusaders con la camiseta de Jaguares- mientras los neocelandeses jugarán su primer partido de la temporada juntos. Esa realidad alimenta la ilusión de conseguir una victoria histórica. Es que los argentinos nunca pudieron superar a los poderosos All Blacks que lideran el historial de enfrentamientos con 27 triunfos, un empate y ninguna derrota. Un historial que, más allá de ese dominio, está lleno de momentos inolvidables. Aquí, cinco elegidos al azar:
• El mejor antecedente de Los Pumas. En 1985, Nueva Zelanda llegó a Buenos Aires para disputar sus primeros test matches ante Argentina. En el primero, el 26 de octubre, los All Blacks se impusieron por 33-20 en Ferro en una muy buena actuación del equipo nacional. Una semana más tarde, en ese mismo escenario, Los Pumas le robaron un empate 21-21 al equipo que ya era el más poderoso del mundo en una tarde mágica de Hugo Porta. El histórico apertura anotó cuatro penales y tres drops y fue el autor de los 21 puntos del seleccionado que estuvo muy cerca de llevarse el triunfo. Es que en la última jugada los argentinos tuvieron un scrum a metros del ingoal, pero a Ernesto Ure se le cayó la pelota hacia adelante ( knock on) cuando estaba a punto de apoyar.
• La derrota más dura. Fue una paliza que golpeó muy fuerte en Los Pumas. El 21 de junio de 1997, en la helada Wellington, los All Blacks aplastaron y se impusieron por 93-8. La diferencia no fue mayor porque sobre el final los locales sacaron el pie del acelerador y terminaron jugando casi como si se tratar de un entrenamiento. “Fue como pelear contra Tyson”, comentó el entrenador José Luis Imhoff después del partido. No hubo mejor descripción de lo que había ocurrido. Los neocelandeses apoyaron nada menos que 14 tries y los argentinos apenas sumaron con una conquista de Tomás Solari y un penal de Gonzalo Quesada.
• Otro día en el que casi hubo festejo. El 1° de diciembre de 2001, Los Pumas recibieron a los All Blacks en el Monumental, en un nuevo test match. Los argentinos, superiores durante varios pasajes del encuentro, ganaban 20-17 con el tiempo cumplido cuando Agustín Pichot le pasó la pelota a Felipe Contepomi que sólo necesitaba tirarla afuera para asegurar la victoria. Pero desde su propio ingoal y con la presión encima, la patada del apertura, hasta allí casi infalible en todos los aspectos del juego, no fue precisa y la pelota quedó dentro del campo de juego. Nueva Zelanda no perdonó el error, armó un contraataque infernal de touch a touch que terminó con Scott Robertson aterrizando en el ingoal. Andrew Mehrtens convirtió y selló el 24-20 para los visitantes.
• El mejor resultado en el Rugby Championship. Trece veces se enfrentaron argentinos y neocelandeses en el torneo del hemisferio Sur que reúne a las sus tres grandes potencias más Los Pumas y siempre ganaron los All Blacks. El duelo en el que Argentina estuvo más cerca en el marcador fue el de la tercera fecha de la edición 2013. El 7 de septiembre en Hamilton los locales, que más tarde se consagrarían campeones con un récord perfecto de seis victorias, ganaron por 28-13. Argentina sumó con un try de Juan Manuel Leguizamón y dos penales y una conversión de Nicolás Sánchez.
• El debut mundialista en Wembley. Uno de los escenarios más emblemáticos del deporte mundial fue el del debut de Argentina en Inglaterra 2015 contra los All Blacks, el 20 de septiembre. El seleccionado nacional le dio un susto a los neocelandeses, que defendían el título. En el primer tiempo, cuando jugaron ordenados y pudieron desarrollar la estrategia planeada en la previa, los argentinos jugaron en un gran nivel. Pero la segunda mitad, en especial los últimos 25 minutos, fue un monólogo de los All Blacks que con los ingresos determinantes de Sonny Bill Williams y Sam Cane desde el banco dieron vuelta la historia y ganaron por 26-15. ■