Clarín

“El Marginal 3” y sus guiños

La ficción emitida por la TV Pública parece meterse en el terreno de la realidad. Un repaso a los personajes.

- Eduardo Barone

“El Marginal es un programa de ficción. Cualquier hecho, personajes, nombres y/o circunstan­cias que se asemejen a la realidad es pura coincidenc­ia”. El equipo que guiona la excelente producción argentina ya a esta altura debería saber que este famoso cartelito puesto al comienzo de cada capitulo no aplica.

Comencemos entonces el juego de las similitude­s. Tenemos al actor Ignacio “Nacho” Sureda en la piel de Pantera, un recluso que en la segunda temporada era el perro guardián de El Sapo (Roly Serrano), pero que aquí es tomado como “esclavo” de los Borges, quienes lo tienen sujeto del cuello con una larga cadena y lo obligan a hacer las veces de animal de riña. Este personaje tiene muchos puntos en común ( está encadenado, casi no habla, se expresa con la mirada) con aquella maravillos­a composició­n del artista marcial Jet Li en Danny The Dog, un filme franco-británico de 2005 producido por Luc Besson donde el Perro en cuestión (en algunos países esta película se estrenó como La Bestia, casualment­e el nombre de otro de los reclusos en la ficción de los Ortega) es obligado a servir como luchador en peleas ilegales.

Otro de los personajes con peso específico que aparecen en esta nueva temporada es el de la actriz Ana María Picchio como Estela Morales, Directora Nacional del Servicio Penitencia­rio Federal. No son pocos los buscadores de coincidenc­ias que notan en esta rígida dama de hierro, y sobre todo en su peinado tan particular, reflejos e iridiscenc­ias de la actual ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. ¿Un simple delirio? Alejandro Ciancio, un muy buen director que ya había demostrado sus dotes junto a Adrián Caetano en algunos capítulos de la miniserie Sandro de América, se ríe desde el otro lado de la línea: “Bueno, cada uno ve lo que quiere ver. Para nosotros ella es el contrapunt­o con aquel personaje de la segunda temporada, Garófalo, que era garantista y tibio. Fijate que el personaje de Gerardo Romano le dice a ella ‘eso no funcionó’”.

No hay que buscar tanto para toparnos con uno de los grandes “homenajes” aquí presentes , y es el que refiere directamen­te a la serie estadounid­ense Breaking Bad, donde un profesor de química desesperad­o por dejarle dinero a su familia luego de que le diagnostic­an un cáncer terminal, se pone a cocinar metanfetam­ina para terminar convirtién­dose rápidament­e en uno de los mas peligrosos dealers en la frontera de Nuevo México. El actor argentino David Masajnik ( El hijo de la novia) se mete en la piel de Tubito, un bioquímico que fabrica la misma droga que su par Walter White, pero que al revés de lo que sucedía en aquella serie, lo hace en pésimas condicione­s de higiene.

Lo curioso es que Tubito refiere además, y ahora sí de manera muy clara y precisa, al caso del odontólogo Ricardo Barreda. Incluso se ha trabajado intenciona­lmente el physique du rol de Masajnik para acercarlo al femicida platense. Recordemos: este episodio policial, ocurrido en 1992, se destacó por la saña y frialdad con la que Barreda asesinó a escopetazo­s a su esposa Gladys McDonald, a su suegra Elena Arreche y a sus dos hijas: Cecilia (26 años) y Adriana (24). Barreda se justificó en el juicio alegando que las mujeres lo maltrataba­n, y que unos momentos antes su esposa lo había tratado “de afeminado”.

Tubito le refiere su caso a la doctora y asistente social Emma (Martina Gusman, al mismo tiempo sutil referencia al personaje de la enfermera Claire Temple en la serie televisiva Daredevil). “Usted no las conoció a ellas –cuenta Tubito-. Eran tres yeguas reventadas: mi suegra, mi esposa y sobre todo mi cuñada”.

 ??  ?? ¿Están hablando de mí? El asesino Barreda y Diego Masajnik (Tubito).
¿Están hablando de mí? El asesino Barreda y Diego Masajnik (Tubito).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina