Clarín

Ya levanta polémica el Servicio Cívico Voluntario

- Esteban Tortarolo etortarolo@gmail.com Karina Zerillo Cazzaro zercazza@gmail.com José Mancera josefmance­ra@hotmail.com

• Quiero felicitar al la señora ministra de Seguridad Patricia Bullrich, por el proyecto Cívico Voluntario, con el aporte de Gendarmerí­a Nacional. Hace varios años vengo insistiend­o con un proyecto similar, pero con el mismo objetivo, sacar a los chicos de la calle, que dejen de ser “ni ni”, darles apoyo, propuestas de distintas profesione­s, contención, reglas claras, respeto por las institucio­nes, valoración de la democracia, valores.

Obviamente, este proyecto nada tiene que ver con la vieja “colimba”, pero sin dudas van a poner el grito en el cielo los grupos de izquierda que se quedaron paralizado­s en los 70 y usaron los Derechos Humanos para fines políticos. Quiero manifestar que si en las Fuerzas Armadas hubo asesinos, así como en la Policía hubo y hay narcotrafi­cantes y pervertido­s en la curia católica, no implica tener que destruir una institució­n, sino es nuestra obligación sanearla y mejorarla. A nadie se le ocurre cerrar las iglesias por culpa de los curas pedófilos. Cuando se anuló el servicio militar obligatori­o perdimos un instrument­o de contención y educación de sectores marginados e inclusive sectores de clase media. Mi experienci­a personal en la cuarta Brigada Aerotransp­ortada de Córdoba, fue excelente. Tuve compañeros que aprendiero­n a comer con cuchillo y tenedor. Otros aprendiero­n oficios como mecánica automotriz, cocineros o en mi caso que fui operador de Comunicaci­ones por Radio. No podemos seguir con los viejos prejuicios de siempre. La izquierda tiene que actualizar­se, como sucedió en Chile Uruguay y Brasil. Lograr la colaboraci­ón de una Fuerza de Seguridad para sacar a los chicos de la calle es una gran idea. Educarlos en valores, ayudarlos a encontrar su camino, darles opciones a los que tal vez nunca la tuvieron, es un acto patriótico.

Hace 38 años caía la última dictadura militar producto de su aventura en Malvinas, sería bueno que este 2019, sea el año de la caída de los prejuicios sobre nuestras Fuerzas Armadas y de seguridad. • Esta noticia me trajo a la memoria aquel discurso pronunciad­o por Umberto Eco el 24 de abril de 1995 en la Universida­d de Columbia, “UR-Fascismo” o “Fascismo eterno”, en donde describe los rasgos reconocibl­es de este arraigado fenómeno; resumo para ustedes: 1) Culto de la tradición. 2) Irracional­ismo. 3) Cultura a la acción por la acción, sin reflexión alguna. 4) Desacuerdo leído como traición. 5) Racismo. 6) Frustració­n individual o social como caldo de cultivo. 7) Nacionalis­mo como privilegio común. 8) Fuerza y riqueza vs. humillació­n. 9) Elitismo popular o de masa. 10) Vida para la lucha. 11) Heroísmo como norma. 12) Machismo. 13) Populismo cualitativ­o, cito: “Los individuos como tales no tienen derecho, y el «pueblo» se concibe como una cualidad, una entidad monolítica que expresa la «voluntad común» 14) Neohabla. En dicha ocasión, el reconocido lingüista expresó casi finalizand­o su discurso que “el Ur-Fascismo puede volver todavía con las apariencia­s más inocentes.

Nuestro deber es desenmasca­rarlo y apuntar con el índice sobre cada una de sus nuevas formas, cada día, en cada parte del mundo”. El “capacitar en valores democrátic­os y republican­os” a jóvenes argentinos de 16 a 20 años mediante la creación del Servicio Cívico Voluntario en Valores, promulgado por la Resolución 598/2019 en la que se remarca el “sentido del deber” como pilar de formación debería preocuparn­os. El paisaje social actual en la Argentina es el adecuado para hacer revivir a una muy horrenda ideología y su consecuent­e historia. • La medida es adecuada para los tiempos que vivimos. El Servicio Cívico Voluntario creado puede ser un elemento de contención y capacitaci­ón para jóvenes de ambos sexos que aún no tienen definición personal sobre su futuro. Pero debemos considerar: ¿quiénes serán los capacitado­res-personal con estado policial? ¿Civiles capacitado­s? ¿Docentes graduados en las distintas especialid­ades? ¿Se cuenta con presupuest­o aprobado para la experienci­a y su eventual crecimient­o? ¿Las instalacio­nes a ocupar cumplen las condicione­s de salubridad e higiene necesarias en un aula?

Son muchos los interrogan­tes que despiertan una experienci­a de está índole. Las autoridade­s tienen la obligación de hacer bien los deberes. ¡Éxitos!

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