La disputa entre Teherán y sus rivales, como centro del conflicto
Crisis. EE.UU., con respaldo de Arabia Saudita e Israel, endureció la política contra Irán, luego de retirarse del pacto nuclear. La serie de incidentes en el Golfo Pérsico.
La crisis que envuelve al Golfo Pérsico, y que escaló dramáticamente en los últimos meses con incidentes cada vez más graves, tiene como trasfondo el conflicto entre Estados Unidos e Irán, especialmente después de que Washington abandonara en mayo del 2018 el acuerdo sobre el programa nuclear iraní y restableciera las sanciones contra Teherán.
• Un año después de la retirada unilateral de Estados Unidos del pacto, el presidente Donald Trump impuso nuevas sanciones contra diferentes sectores económicos iraníes, lo que afectó seriamente las finanzas y la economía del país persa.
• Esta ofensiva del mandatario estadounidense destruyó la política internacional aplicada por su antecesor, Barack Obama, quien buscó un acercamiento con la potencia persa, frenando su desarrollo nuclear con el pacto internacional. En esta batalla, Trump tiene como socios muy activos a viejos enemigos de Irán, como Israel y las monarquías islámicas de Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos.
• Los otros firmantes del pacto, Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia, buscaron herramientas para eludir las sanciones, pero hasta ahora no pudieron. Irán, que hasta abril de este año había respetado las cláusulas del acuerdo nuclear, anunció que dejaba de limitar sus reservas de agua pesada y de uranio enriquecido.
• A partir de mayo comenzaron los incidentes en el estrecho de Ormuz, paso clave del petróleo mundial. El 12 de ese mes, cuatro navíos, tres de ellos petroleros, fueron blanco de “actos de sabotaje” en esas aguas. EE.UU. y Arabia Saudita incriminaron a Irán, que lo desmintió.
• El 13 de junio, dos petroleros, uno de ellos japonés y el otro noruego, fueron atacados en el mar de Omán. Les colocaron bombas lapas (adherentes) en el casco, provocando daños. Otra vez, Washington y sus aliados culparon a Irán.
• El 20 de junio, los Guardianes de la Revolución derribaron un moderno dron estadounidense que había “violado el espacio aéreo iraní”, según Teherán, supuestamente en tareas de espionaje. Washington afirma que el aparato se encontraba en el espacio aéreo internacional. Por este hecho, Trump ordenó al día siguiente un bombardeo sobre defensas iraníes, pero lo detuvo a último momento para evitar un alto número de pérdidas humanas, según dijo.
• El 4 de julio fuerzas británicas detuvieron en el Peñón de Gibraltar un petrolero iraní que iba rumbo a Siria con una carga de crudo, agudizando el conflicto. Ayer, Teherán capturó un carguero de bandera desconocida y a su tripulación, lo que se tomó como un hecho de represalia.
• Dentro de este contexto de tensión bélica, EE.UU. desplegó una enorme fuerza militar en la zona. Envió una flota de ataque con portaaviones en el Mar Arábigo y desplegó cuatro bombarderos B-52 de largo alcance en Qatar. También instaló desde entonces baterías adicionales de misiles Patriot de defensa antiaérea en esa misma región.