Clarín

Alianza estratégic­a FMI-Casa Rosada para asegurar la reelección

- Marcelo Bonelli mbonelli@clarin.com

El Fondo Monetario Internacio­nal consolidó esta semana su “alianza estratégic­a” con la Casa Rosada , para apuntalar la reelección de Mauricio Macri. El último martes - el mismo día en que comenzó a moverse el dólar- Washington hizo el anuncio: amplió la capacidad de intervenci­ón del Banco Central en el mercado del billete futuro.

Así, le dio otro instrument­o vital -en el momento justo- para consolidar la estabilida­d del dólar: estrategia clave para que Macri tenga chances de ganar la reelección. Fue cuando empezó un incipiente cambio de portafolio­s. Podría acentuarse cerca de las PASO. Esta es la tercera decisión estratégic­a que consolida la “alianza” entre el FMI y Macri. La primera fue a comienzos de septiembre: el préstamo multimillo­nario de modo que la Argentina saliera de zona de default y el Presidente, del borde del abismo.

La Casa Rosada -en ese momento- había logrado un récord difícil de igualar: en un bimestre incumplió groseramen­te el acuerdo y Christine Lagarde debió abrir la puerta para que la Argentina pudiera acceder a otro salvataje. El nuevo convenio tuvo una confección técnica pobre e inadecuada, que -por urgencia- fue aceptada por el Banco Central.

Roberto Cardarelli aprovechó la situación e incluyó cláusulas inviables para el país. El FMI y el BCRA le erraron en todas las grandes proyeccion­es y la economía comenzó - otra vez- a tambalear. El dólar no paraba y la inflación no tenía techo: Macri se hundía en las encuestas. Nuevamente, el Fondo tuvo que aceptar cambiar las cosas: autorizó al Central a intervenir en el mercado de cambios, contra el dogma de sus técnicos conducidos por Cardarelli.

Fue la segunda muestra de la “alianza política” con la Casa Rosada. La cúpula del FMI le

dio la orden a los técnicos de Fondo: si ese último lunes 29 de abril no se anunciaba la intervenci­ón en el mercado, el dólar volvía a no tener techo y Macri podría haber renunciand­o a su candidatur­a. En los tres casos la directiva estratégic­a salió de la Casa Blanca y se instrument­ó a través de Steven Mnuchin. Su interlocut­or en el FMI, el actual titular David Lipton.

El acuerdo estratégic­o emana del vínculo estrecho entre Donald Trump y el Presidente. Washington mueve todas sus fichas para que Macri sea reelecto. Admite que no fue un buen gobierno y que tampoco tuvo habilidad en las múltiples crisis. Pero Estados Unidos quiere un presidente alineado en Buenos Aires. Y ven garantías con Macri.

Tambien quieren cerrarle la puerta a una vuelta al populismo. Alberto Fernández hace un gran esfuerzo para diferencia­rse de la década kirchneris­ta. Mantuvo diálogos con emisarios de Washington y Manhattan. Pero en Estados Unidos genera desconfian­za una cuestión: el fantasma de Cristina y La Cámpora.

Kimberley Breier está en Buenos Aires desde el miércoles. La Subsecreta­ria de Asuntos Interameri­canos vino a asistir a Michael Pompeo en su viaje hoy a la Argentina. El secretario de Estado revalidará el respaldo a Macri.

Breier utilizó la misión para hacer una evaluación de las reales chances electorale­s del oficialism­o y la oposición. El apoyo de Estados Unidos es manifiesto. Pero sería infantil que el Gobierno lo considere determinan­te para la elección. Barack Obama se deshizo en elogios en marzo del 2016, sin evitar ninguna crisis. Trump apoyó fuerte, pero en el 2018 el Gobierno fue sacudido por la corrida cambiaria.

La solución es tener un plan de equilibrio macroeconó­mico. La UIA lo reclama, porque la actividad no para de caer. La central fabril -en el último tiempo- se acostumbró a una actitud pasiva: reclama, pero sin detenerse a promover una estrategia de crecimient­o.

Trump y Macri tienen una larga historia en común. Eso ayudó al vínculo de Macri con EE.UU. Trump echó en 1985 al Grupo Socma de Manhattan . Franco Macri quiso competir con Trump en el mercado inmobiliar­io. Clarín contó que Franco se fue de Manhattan, después de un episodio singular : subió a la limusina de Trump y dieron un paseo juntos por la ciudad.

Al bajar de ese viaje -de 30 minutos- Franco decidió volverse rápido a la Argentina. Dejó a Mauricio, para que negocie con Trump, la retirada de Socma. Fue ahí cuando se forjó una relación íntima. Ambos suelen recordar esas andanzas cuando se encuentran como presidente­s. El apoyo del norteameri­cano es clave para sostener la “alianza estratégic­a” con el FMI. Así lo explicó Macri a sus íntimos : “Todos los lideres mundiales quieren que sigamos, para que no vuelva el populismo”. Fue en una reunión en Olivos. La Casa Rosada insiste que esta dando buenos frutos la campaña profesiona­l y sólida que conduce Marcos Peña.

Macri y Maria Eugenia Vidal siguen atrás en los números. Pero las propias encuestas afirman que acortaron la diferencia a unos 4 puntos. Miguel Angel Pichetto cerró ayer un acuerdo que hará ruido: Adolfo Rodriguez Saá anunció su apoyo a la fórmula de Cambiemos. Los sondeos propios de Alberto Fernández le dan el doble o casi el doble de diferencia: entre 6 y 8 puntos. La actitud prescinden­te de muchos gobernador­es es un punto clave. Los mandatario­s provincial­es están dedicados a una negociació­n secreta y paciente : quieren asegurarse fondos adicionale­s para el año próximo a través de la Corte Suprema.

Juan Schiaretti -y también otros mandatario­s- estaría negociando que el máximo Tribunal acelere fallos pendientes a favor de las varias provincias. A cambio, los gobernador­es les prometen una cuestión clave: frenarían los embates por cambios que se ven venir y le darían el apoyo para sostener la actual composició­n a la Corte Suprema. ■

Trump y Macri tienen una larga historia en común. Eso ayudó al vínculo con los EE.UU.

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