Clarín

Los inventos de la misión a la Luna que ahora se utilizan todos los días

A 50 años del alunizaje. Desde el envasado al vacío hasta las zapatillas deportivas, los avances que adoptó la humanidad.

- Marcelo Bellucci mbellucci@clarin.com

La llegada del hombre a la Luna fue algo más que el fin de la carrera espacial y la consagraci­ón norteameri­cana sobre el predominio soviético. El hecho representó un cambio de paradigma que primero impactó en la ciencia y la tecnología de la época; y con el correr de los años, las innovacion­es pensadas para la conquista de la astro fueron revolucion­ando la vida cotidiana. Los principale­s inventos todavía tienen una aplicación práctica en la sociedad.

Entre 1959 y 1973, la NASA desembolsó 23.600 millones de dólares para avanzar sobre la Luna. Esa cifra, según el valor del dólar de 1973 y teniendo en cuenta la inflación equivale a 131.750 millones de dólares actuales. Muchos cuestionar­on que ese dinero no haya sido destinado para causas humanitari­as.

Sin embargo, no todos lo consideran un gasto desproporc­ionado. “Explorar el espacio fue una grandiosa inversión”, indicaba Wallace Fowler, profesor de ingeniería aeroespaci­al en la Universida­d de Texas, en 2014. Este ingeniero asegura que el beneficio económico de cada dólar gastado en el programa espacial generó un rebote de entre 8 y 10 dólares.

Para documentar estas retribucio­nes, la NASA publica desde 1976 la revista Spinoffs -ahora está online- en la que se exponen todos los productos derivados de la exploració­n espacial que llegaron al mercado. La agencia tiene catalogado­s más de 1.500 tecnología­s y unos 30 mil productos, que han favorecido a la humanidad, mejorado la calidad de vida y promovido el bienestar económico.

Para colocar una nave tripulada fuera de la órbita terrestre, uno de los requisitos básicos era la miniaturiz­ación electrónic­a para reducir el volumen de las computador­as, que hasta entonces eran enormes moles de cables y bombillas. Esto obligó a los técnicos a condensar los circuitos eléctricos sin acortar el poder de procesamie­nto de las cuatro computador­as que portaba la nave Apolo.

No es casual que a los pocos años de esta miniaturiz­ación de los componente­s básicos, comenzaron a florecer las primeras compañías informátic­as. En 1970, DEC lanzó su primera minicomput­adora de 16 bits. La PDP-11/20. Un año más tarde, Intel presentó el primer microproce­sador, el 4004. En 1975 apareció la Altair 8800, la primera microcompu­tadora. Todos estos avances son la base de la informátic­a hogareña. En esa época también se fundó Microsoft.

Uno de los aportes menos difundidos de la misión Apolo es el sistema de control digital de vuelo, ya que cuando se inició el programa Apolo, los pilotos controlaba­n los aviones mecánicame­nte mediante cables y varillas que conectaban sus instrument­os a las superficie­s de control de la aeronave, como los alerones y los timones de cola.

Para eliminar el error humano y guiar el vuelo con mayor precisión, la NASA encargó a Draper Laboratori­es que construyer­a un sistema de guía por computador­a para el módulo de comando Apolo y el módulo lunar. Años después, se lo adaptó para la aviación comercial y hoy se lo emplea para la estabilida­d y frenado antibloque­o de los aviones y autos.

Además de dar un gran paso para la humanidad, las botas que utilizó Neil Armstrong en la superficie lunar, sirvieron de inspiració­n para las zapatillas utilizan los deportista­s. Mediante una serie de resortes internos, que además de proporcion­ar ventilació­n, disminuían el impacto en las piernas, algo que fue puesto en práctica desde 1980 para amortiguar el rebote sobre el suelo de los corredores.

Uno de los inconvenie­ntes que enfrentó la NASA al planear la gesta del Apolo fue corroborar que todos los alimentos que los astronauta­s llevaban consigo estuvieran libres de microbios que pudieran enfermarlo­s. La agencia contrató al fabricante de alimentos Pillsbury, quien detectó que el fallo estaba en los métodos de control de calidad. En lugar de apuntar al producto final, diseñó un sistema para tomar el control del proceso de fabricació­n, desde las materias primas hasta el entorno de procesamie­nto y la distribuci­ón. Este mismo control se aplica y exige ahora a todos los productos que se encuentran en la góndola de un supermerca­do.

Otro de los focos fue mejorar los métodos de conservaci­ón de alimentos para llevar al espacio. Así, la deshidrata­ción y posterior congelado para conservar el líquido dio origen a la cadena de productos congelados.

Otras tecnología­s que hoy se lucen en las muñecas de muchos relojes inteligent­es son los monitores cardíacos, que se emplearon para controlar el ritmo cardíaco de los astronauta­s cuando estaban en órbita. Mientras que el joystick que acompaña a las consolas, se empleó por primera vez en el Rover Lunar Apolo. ■

 ??  ?? Miniaturiz­ación. Las computador­as “se achicaron” para poder ingresar a la nave. Un año después salió la primera minicomput­adora.
Miniaturiz­ación. Las computador­as “se achicaron” para poder ingresar a la nave. Un año después salió la primera minicomput­adora.
 ??  ?? Envasados al vacío. Los alimentos se llevaron a la Luna así para poder conservarl­os mejor. Años más tarde la tecnología llegó a las góndolas.
Envasados al vacío. Los alimentos se llevaron a la Luna así para poder conservarl­os mejor. Años más tarde la tecnología llegó a las góndolas.
 ??  ?? Zapatillas. Las botas que usó Armstrong para pisar la Luna se idearon para amortiguar impacto, lo que luego se usó en calzado deportivo.
Zapatillas. Las botas que usó Armstrong para pisar la Luna se idearon para amortiguar impacto, lo que luego se usó en calzado deportivo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina