Un Tribunal confiable para sancionar
El Tribunal Nacional Disciplinario Antidopaje, que hoy funciona en la Universidad de Buenos Aires, determina las sanciones que corresponden a los atletas cuyos controles dan positivo. En una nota publicada por Clarín el 19 de mayo pasado, un ex miembro del Tribunal que antes dependía de la Universidad Austral denunciaba una deuda que el Estado tenía con ellos. Al respecto, Grippo reconoció: “Queda un porcentaje pendiente que se les va a pagar. Cuando se terminó el contrato, hicimos una prórroga y arreglamos pagarles caso por caso. El dinero de esos casos es el que falta abonar y el pago está en curso administrativo. Una vez que se abone, se habrá cancelado la deuda”.
Motivos económicos fueron los que llevaron al cambio de sede para el funcionamiento del Tribunal. “La Universidad Austral no nos había pasado un presupuesto por escrito, pero para este año ya nos había manifestado que sería un valor bastante más alto -explica-. Dicho presupuesto abarcaba una cierta cantidad de casos y, a partir de cierto número, un valor extra por cada caso nuevo. De la forma en que estamos llevando a cabo los controles ahora, esperamos que se den muchos positivos. Entonces teníamos miedo de que no se pudieran pagar”.
-¿Por qué el camino llevó a confiar en la UBA?
-Buscamos otras alternativas y la UBA nos pasó un presupuesto que nos cerraba mucho más y era fijo, sin límite de casos. El Tribunal de la Austral funcionó de manera estupenda y esperamos lo mismo con el nuevo. Lo más importante es la independencia absoluta en los procesos de gestión de resultados.