Rito que se renueva y disfruta
Con Moana y Miguel, el protagonista de “Coco”, como personajes nuevos, el espectáculo tiene el lujo de siempre.
Crítica Conquista tus sueños Patinaje sobre hielo. Duración: dos actos, de 48 y 46 minutos, intervalo de 15. Sala: Luna Park. Funciones: martes a viernes 15 y 19; sábado y domingo: 11, 15 y 19. hasta 2/8.
Como todos los años, se realiza el rito, pero también, como cada vacaciones de invierno, el mismo rito se renueva. Estarán Mickey y Minnie como presentadores, tardará en aparecer Goofy, no estará esta vez Donald, pero el Disney on Ice convoca, año tras año, a miles de fanáticos de los personajes animados de la compañía del ratón más famoso del planeta.
El lugar es el mismo, también desde hace años: el estadio Luna Park. Lo cierto es que en esta ocasión, Conquista tus sueños, como se titula el espectáculo sobre hielo, que dura casi dos horas con intervalo de 15 minutos, trae, como se dice una y otra vez en el show, a “princesas y héroes”. Y a excepción de Miguel, el protagonista de Coco que es, además, el único de una película de Pixar, los otros ocho números de patinaje son, casi todos, de parejitas.
El espectáculo, que abre con un “precalentamiento” sobre el hielo, comienza en verdad con Aladdin y la princesa Jazmín, más el monito Abu, por las calles de Agrabah. A Mickey cada personaje que ve, le recuerda a otro, y entonces da lugar a que pase un nuevo número musical.
Luego es el turno de La Bella y la Bestia, pero a esta última la dejaron para otra ocasión, y el que baila y canta con Bella es Lumière. Rapunzel no tiene mucha cabida en Conquista tus sueños, tal vez porque la protagonista de Enredados no sabía que la habían alejado de sus padres legítimos y era ella, también, una princesa, y no tenía ningún sueño por alcanzar. La sigue luego un personaje que no había pisado el hielo del Luna Park hasta ahora: Moana, a quien acompaña el semidios Maui, que harán lo que sea para navegar y devolver el corazón robado de Te Fiti.
Pero es el número con que cierra la primera parte, La Sirenita, uno de los más vistosos del espectáculo. Aunque en el programa de mano no se aclara quién interpreta a la hija pelirroja del Rey Tritón, es maravilloso cómo patina, salta y con la gracia que se mueve en la pista esa auténtica estrella.
Como también, ya al inicio del segundo acto, quien esté bajo el disfraz de Miguel, el protagonista de Coco, que no canta Recuérdame, pero gusta igual. ¿Será una patinadora, o un patinador? La prestancia que muestra, y la rapidez en sus giros arrancan muchos de los aplausos genuinos de los chicos que copan las plateas, que van, atención, de los $450 en la cabecera a los $14.800 los palcos para cuatro personas al borde de la pista.
Pero Disney on Ice se ve y se disfruta bien desde todos lados.
Siguen dos clásicos que han sido aggiornados por Disney en versiones con actores, como La Bella durmiente y La Cenicienta, pero el plato más fuerte queda para el final. Anna y su hermana Elsa, más Olaf el muñeco de nieve, hacen las delicias de todos cuando llega el momento de Frozen.
Como siempre, hay mucha elegancia, vestidos de princesas vistosos, y también saltos acrobáticos, fuego, luces y cuando la compañía entera sale a patinar.
El rito de Disney on Ice empieza antes de traspasar las puertas del estadio, con los vendedores ambulantes de espadas y varitas mágicas con luces que se apagan en cualquier momento y salen más baratas que las que se ofrecen puertas dentro, con el merchandising oficial.
En fin, un show, el de Disney on Ice, que desde hace 30 años vieron en todo el mundo 180 millones de personas. ■