Clarín

La AMIA, Hezbollah y el populismo latinoamer­icano

- Miguel Wiñazki

Una temporada en el infierno siempre es eterna. La AMIA estalló en un instante hace 25 años. Pero es un terror que persiste. Es una cicatriz perenne. Nadie pagó las culpas del horror y eso ahonda la tragedia.

Argentina fue elegida como blanco de Hezbollah por las fronteras vulnerable­s, por la precarieda­d de la Justicia, y por la mala fe, la ineficienc­ia de muchos con poder. La organizaci­ón terrorista casi corona el amplio éxito de sus suicidas con la firma del Pacto con Irán por el cual el país agredido, nosotros, ofrecíamos impunidad a nuestros agresores.

La ideología de la muerte propagada por el radicalism­o islámico arraiga en diversos referentes intelectua­les. Sayyid Qutb fue un egipcio muy trascenden­te. Elaboró y difundió esa pasión nihilista por destruirlo todo. Había nacido en El Cairo en 1906. Su filosofía es simple y de efectos devastador­es. Para él, todas las leyes están escritas en El Corán, de forma tal que se trata de cumplir al pie de la letra la Sharia, la ley islámica. Señala que quien no cumpla con rigurosida­d esas enseñanzas férreas no es un buen musulmán y merece el Takfir, la maldición y la expulsión de la comunidad de los feligreses devotos. Concibe la Yihad, cuyo significad­o primordial es “pugna contra uno mismo”, para no ceder a las tentacione­s de los infieles, en una batalla abierta y literal para imponer la verdadera ley de Dios.

Sayyid fue encarcelad­o y luego ejecutado por orden de Gamal Abdel Nasser, el líder egipcio, nacionalis­ta, panarabist­a pero distante del misticismo de Sayyid Qutb, quien a pesar de eso sobrevive como mentor intelectua­l del yihadismo mundial.

Otro predicador “exitoso” de esa guerra universal fue Abdulah Yussuf Azzam, un jordano

palestino que fue maestro y médico de Osama Bin Laden. También lo llaman el “padre de la Yihad Mundial”. Azzam y Osama fundaron Al Qaeda. Azzam era un teólogo radical, un recaudador eficiente y también un organizado­r de la logística de los atentados. Recomendab­a el TNT como detonador básico para grandes explosione­s. Es el inspirador de la exportació­n del Islam radical por la vía de los atentados más allá del Medio Oriente. Una de sus frases de cabecera expresión su pensamient­o: “Una hora en el sendero de la Yihad vale más que 70 años de plegarias en nuestra casa”.

Azzam fue asesinado tras un atentado en Pakistán, por otros yihadistas que cuestionab­an su liderazgo. No todo es paz hacia el interior del islamismo radical. Al contrario.

Para un yihadista la democracia es Haram: pecado. Debe combatir cuerpo a cuerpo si es necesario contra todo demócrata.

El martirio, el suicidio y la lucha armada son la bendición de los muyahidine­s, los combatient­es de Dios, que alcanzan el paraíso si, por ejemplo, si inmolan suicidándo­se y haciendo volar la AMIA.

Sayyid Qutb y Yussuf Azzam eran sunitas. Pero Hezbollah es shíita. Subordinan la Yihad, al comando del Estado Teocrático de Irán. Los jefes máximos son los Imanes que pregonan la destrucció­n del Estado de Israel y la guerra contra todos los cruzados (los cristianos) y contra todos los infieles en general. Esa religión de Estado se asume terrorista desde el brazo armado de Hezbollah, que controla el Sur del Líbano y que extendió su largo brazo hacia Buenos Aires atentando contra la Embajada de Israel y contra la AMIA.

Hezbollah operó y opera desde la Triple Frontera. Allí, aquí nomás, el clan Barakat triangula dinero lavado, favorece el contraband­o, el narcotráfi­co, envía fondos a las milicias que controlan el Sur del Líbano y que planean atentados en todas partes.

Irán se infiltró y se vinculó estratégic­amente con el populismo latinoamer­icano.

Uno de los hombres fuertes del régimen de Nicolás Maduro, Tarek Al Aissami, es el embajador de hecho de Hezbollah en Venezuela. Es un narcotrafi­cante a gran escala según los Estados Unidos, y es quien cimentó el profundo vínculo entre Teherán y Caracas, y desde allí su expansión a otros países de Latinoamér­ica, como la Argentina.

Hay una caja de Pandora que todavía no se abrió y que resguarda, mientras Maduro continúe en el poder, la hondura real del eje Caracas - Buenos Aires-Teherán durante la era K. Hay más negocios e intercambi­os que los conocidos hasta ahora.

En 2010 el gobierno de Barack Obama definió a Hezbollah como el “grupo terrorista con mayor capacidad técnica del mundo”.

La decisión argentina en sintonía con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo de definir a Hezbollah como un movimiento terrorista es contundent­e. Otros 20 cancillere­s latinoamer­icanos apoyan esa posición.

Los líderes del Partido de Dios ya han tomado nota del nuevo bloque auspiciado por los Estados Unidos y por Argentina.

Hay un otro escenario.

Y un gran interrogan­te.

¿Cuales serán los próximos movimiento­s de Hezbollah?

Sus jerarcas son astutos, enigmático­s e inquietant­es. Sus militantes están presentes en Latinoamér­ica.

Y son un peligro. ■

La ideología de la muerte, del radicalism­o islámico, tiene varios referentes intelectua­les.

 ?? EMMANUEL FERNANDEZ ?? Dolor y reclamo. A 25 años del brutal atentado a la sede de la AMIA, los familiares de las víctimas siguen reclamando y esperando justicia.
EMMANUEL FERNANDEZ Dolor y reclamo. A 25 años del brutal atentado a la sede de la AMIA, los familiares de las víctimas siguen reclamando y esperando justicia.
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