El macrismo ruega que los gobernadores sigan dando apoyo “light” a Alberto F.
En la Casa Rosada evalúan que la mayoría de los jefes del PJ están condicionados por las encuestas.
Además del repunte en las encuestas, que les enseñan una paridad con el Frente de Todos, la estabilidad del dólar, la campaña presuntamente desorganizada de la oposición y la tendencia a la baja de la inflación, un detalle de la realidad política alimenta el optimismo de los laderos de Mauricio Mauricio. Festejan el por ahora escaso apoyo de los gobernadores peronistas a Alberto Fernández. “El de los gobernadores es un silencio ruidoso”, celebra uno de los dirigentes más importantes del PRO, de diálogo habitual con varios mandatarios.
En la Casa Rosada festejan que los gobernadores no plasmaron el respaldo a la fórmula de los Fernández que insinuaron antes del cierre de listas. No hay fotos repetidas de Alberto Fernández con muchos de ellos. “Ellos también perciben el escenario y no pueden ir en contra de lo que quieren sus respectivos electorados. Saben que Cristina Kirchner también genera mucho rechazo”, razonan.
En el Gobierno confían en los lazos que tendieron con las provincias desde 2015. Entienden que varios gobernadores no saben qué destino les espera si gana el Frente de Todos y juzgaron casual los dichos del Fernández, durante su paso por Córdoba. “Yo no soy el candidato de Cristina, soy el candidato del peronismo y de otros espacios. Mis socios van a ser los gobernadores”, dijo a La Voz del Interior. Ese tipo de aclaraciones son las que ponen buen humor a los principales estrategas de la campaña oficialista.
Once gobernadores del PJ sellaron su apoyo a la fórmula de los Fernández luego de que Cristina anunció que bajaría un escalón en la boleta. “Ese apoyo se desinfló, se desdibujó, se comieron el amague de abril, como Sergio Massa”, razonan en Balcarce 50. Destacan que varios mandatarios en las últimas semanas se fueron del país. Por gestión o vacaciones. Las del cordobés Juan Schiaretti fueron las más promocionadas, pero también se cuentan las de Gustavo Bordet (Entre Ríos) y las de Alberto Rodríguez Saá (San Luis), entre otros.
Dentro del grupo de gobernadores que apoyaron inicialmente al Frente de Todos, en el Gobierno creen que sólo los de Formosa, Tucumán, San Luis, Tierra del Fuego Santa Cruz, La Pampa y La Rioja jugarán al 100%. Juntas solo sumarían el 8,7% del padrón nacional. También anotan los casos de Mariano Arcioni (Chubut) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), que van con boleta corta pero juegan fuerte con los Fernández.
En cambio, sostienen que los mandatarios de las más relevantes Entre Ríos, Catamarca, Santa Fe, San Juan y Chaco serán más pasivos. “Colocaron a todos sus candidatos en los primeros lugares, van a entrar de todos modos”, argumentan en la Rosada sobre la supuesta pasividad proselitista. Varios destacan que el gobernador electo de la decisiva Santa Fe, -tercer distrito electoral del país- Omar Perotti, se tomó su tiempo para recordar su apoyo a Cristina.
El ministro del Interior Rogelio Frigerio se sacó fotos con Bordet, la catamarqueña Lucía Corpacci y el chaqueño Domingo Peppo, al que el kirchnerismo no le dio la boleta presidencial. Nuevas postales de familia vendrían en camino. Miguel Pichetto también participa del operativo contención. Incluso sumó el apoyo del rionegrino Alberto Weretilneck, otro de los que va con boleta corta.
Entre los que no tienen candidato presidencial, Juntos por el Cambio suma más simpatías: como Córdoba, Misiones y Neuquén. En los próximos días se intensificarán las capacitaciones a fiscales para que no anulen los votos si hay votantes que ponen en el sobre la boleta corta y la completa de Macri. “Solo quedaría impugnada la de diputados y la provincial”, dicen.
Roberto Lavagna solo suma el apoyo cerrado de su compañero de fórmula, el salteño Juan Manuel Urtubey, y del socialista Miguel Lifschitz, en retirada en Santa Fe.
Algunos funcionarios más cautos del oficialismo justifican la parsimonia de los gobernadores porque vienen de campañas locales muy fuerte y asumen que finalmente los gobernadores pondrán toda la carne en el asador. ■