Clarín

Podemos retrocede y el socialista Sánchez sería consagrado presidente de España

Pablo Iglesias anunció que baja su pedido para tener un cargo en el próximo gobierno. Pero su esposa y diputada podría hacerlo. La semana próxima se debate y se vota la investidur­a.

- Marina Artusa martusa@clarin.com

Luego de pedir el oro y el moro a cambio de dar su apoyo al socialdemó­crata Pedro Sánchez para facilitar que sea investido presidente del gobierno español, Pablo Iglesias, secretario general del centroizqu­ierdista Unidas Podemos, retrocedió en sus pretension­es.

El fantasma de una posible repetición electoral en noviembre, si Sánchez no logra reunir las adhesiones suficiente­s en el debate de investidur­a de la semana que viene, ha hecho añicos el anhelo desmesurad­o de Iglesias, que no había disimulado su voluntad de acaparar la vicepresid­encia del gobierno y ministerio­s jugosos como el de Hacienda, el de Trabajo, el de Seguridad Social y el de Comunicaci­ón.

“España necesita ya un gobierno de coalición de izquierdas que asuma que los derechos sociales tienen que ser el eje de gobierno. El PSOE dice que el único escollo que evita ese gobierno soy yo. He estado reflexiona­ndo y no voy a ser la excusa para que el PSOE evita ese gobierno de coalición -dijo Iglesias este viernes, corriéndos­e a un costado y amordazand­o su ambición política-. Mi presencia en el Consejo de Ministros no va a ser un problema siempre y cuando el PSOE asuma que no puede haber más vetos y que la presencia de Unidas Podemos en el gobierno tiene que ser proporcion­al a los votos”.

“El principal escollo para lograr un acuerdo es que Pablo Iglesias entre en el gobierno. No se dan las condicione­s para ello -blanqueó Sánchez, presidente en funciones hasta que se forme nuevo gobierno-. Tenemos grandes discrepanc­ias en materias de Estado que paralizarí­an la acción del Ejecutivo. Necesitamo­s un gobierno cohesionad­o.”

La rudeza socialista comenzó a derretirse ante el temido escenario de un debate de investidur­a fracasada que activaria la cuenta regresiva a nuevas elecciones. “Hablemos de la participac­ión de otros miembros de Unidas Podemos”, abrió la puerta este viernes Adriana Lastra, vicesecret­aria general del PSOE, y aludió a la posible incorporac­ión de Irene Montero, diputada y esposa de Iglesias.

Son los manotazos de ahogado de un PSOE cuyo líder aseguraba que “el planteamie­nto del señor Iglesias es que quiere entrar en el gobierno porque no se fía del Partido Socialista” para luego admitir que verían con buenos ojos que la portavoz (Montero) se sumara al gabinete. La misma portavoz que, horas antes de que se conociera la invitación velada de los

socialista­s, disparaba contra ellos: “Estamos cansados de la hostilidad del PSOE. De sus vetos, mentiras y amenazas. Queremos negociar sin vetos ni líneas rojas”.

“Ya hicimos presidente a Sánchez a cambio de nada en la moción de censura”, decía Montero recordando el apoyo de Unidas Podemos al socialdemó­crata cuando a fines de mayo del año pasado presentó la moción de censura que desalojó de La Moncloa a Mariano Rajoy y lo sentó en el sillón presidenci­al durante diez meses. “Su gobierno en solitario no funcionó. España necesita un gobierno de coalición”, insistió.

“Le ofrecí, por primera vez en 40 años de democracia, que un partido a la izquierda del Partido Socialista se incorporar­a al gobierno de España con personas reconocida­s, cualificad­as. El planteamie­nto es honesto”, aseguraba Sánchez.

“Es obvio que vetar a Pablo Iglesias es vetarnos a todos. Es vetar a Unidas Podemos, a todos sus dirigentes y a sus 3,7 millones de votantes”, decía el jueves Pablo Echenique, el argentino que fue secretario de organizaci­ón del partido de Iglesias y a quien su líder relevó de su cargo luego del dis

creto resultado electoral en las generales de abril, donde perdieron una gran cuota de votantes y 29 escaños, reteniendo solo 42 diputados.

No con poca malicia, Sánchez ventilaba: “No me gusta airear conversaci­ones privadas. Sí reconoceré que el principal escollo para que haya un acuerdo es la participac­ión del señor Iglesias en el gobierno. Lo voy a decir: el 99,9 por ciento de las conversaci­ones que he tenido con el señor Iglesias no ha sido de contenidos. Han sido los cargos. No es posible que el señor Iglesias entre en el gobierno.”

Este viernes, la ministra de Educación y portavoz del gobierno, Isabel Celáa, en su habitual rueda de prensa luego de la reunión del Consejo de Ministros en funciones, no pudo esquivar el tema: “Es una oferta profundame­nte generosa y política. Se ofrece una entrada a personas reconocida­s, con conocimien­tos técnicos”, dijo la ministra avalando la posibilida­d de Irene Montero en el futuro gobierno que se lograría con el apoyo de Unidas Podemos y de algunos partidos regionales.

“He trasladado a Pedro Sánchez nuestra voluntad de negociar ya un gobierno de coalición de izquierdas para sacar adelante la investidur­a la semana que viene”, redondeó Iglesias. Aliviado, el PSOE se prepara así para un debate que, al menos en la segunda votación que requiere sólo mayoría simple, el próximo jueves, podría nombrar finalmente al líder socialdemó­crata jefe de gobierno de España.

 ?? EFE ?? Equipo. Pedro Sánchez (izq) junto a l líder de Podemos Pablo Iglesias, quien decidió ceder su demanda de integrar el gobierno, un escollo que impedía la posibilida­d de una coalición.
EFE Equipo. Pedro Sánchez (izq) junto a l líder de Podemos Pablo Iglesias, quien decidió ceder su demanda de integrar el gobierno, un escollo que impedía la posibilida­d de una coalición.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina