Escala la crisis en el Golfo y crece el temor de que estalle una guerra entre EE.UU. e Irán
Washington desplegará tropas en Arabia Saudita. El objetivo, afirman, es “reforzar la capacidad defensiva” frente a “amenazas emergentes y creíbles”. Esto ocurre tras la captura del petrolero británico en el estrecho de Ormuz por parte de fuerzas iraníes.
Estados Unidos se apresta a desplegar tropas en Arabia Saudita en medio de la escalada de tensiones con su archienemigo Irán, después de varios incidentes en el estratégico estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico, que hacen temer un conflicto de envergadura. Hace pocas horas la situación se torno aún más grave con la captura de un petrolero británico en la zona por parte de fuerzas iraníes.
El envío de los soldados norteamericanos será el primer despliegue de este tipo desde 2003, cuando las fuerzas estadounidense se retiraron del reino después de 12 años de presencia y dos guerras contra Irak, que culminaron con la caída del dictador Saddam Hussein. Este escenario volátil, con un elevado despliegue armamentístico en la region, incrementa la posibilidad de que un incidente o un error de cálculo haga estallar el conflicto bélico entre Estados Unidos e Irán.
En comunicados separados, Riad y el Comando militar central de EE.UU. (Centcom) resaltan que el despliegue en Arabia Saudita pretende garantizar la estabilidad en la turbulenta región del Golfo. “Basado en una cooperación mutua entre Arabia Saudita y EE.UU. y en su deseo de reforzar todo lo que pueda preservar la seguridad de la región y su estabilidad, el rey Salmán aprobó alojar fuerzas estadounidense”, indicó el ministerio de Defensa saudita.
Para Estados Unidos el despliegue “tendrá un efecto disuasorio suplementario y reforzará nuestra capacidad para defender a nuestras tropas y nuestros intereses en la región frente a amenazas emergentes y creíbles”.
Según Andreas Krieg, profesor del King’s College de Londres, con este despliegue “Estados Unidos intenta aumentar sus opciones militares en caso de un ataque a Irán”.
Las relaciones entre Washington y Teherán se deterioraron en mayo de 2018, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, se retiró del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní firmado en Viena en 2015 y reinstaló duras sanciones contra Irán. Esa acción desbarató el acuerdo que se había logrado con la teocracia persa durante el gobierno de Barack Obama, y dio impulso a los halcones internos iraníes que rechazaron en todo momento el convenio atómico.
Trump y su aliado Arabia Saudita, además, acusan a Irán de atacar a petroleros y drones en el Golfo Pérsico desde mayo de este año, cuestión que Teherán ha negado. Pero el régimen viene amenazando con cerrar el estratégico estrecho de Ormuz -por donde transita un tercio del crudo mundial enviado por vía marítimaen caso de ataque.
Riad y Washington no revelaron el número de tropas que serán desplegadas en el reino, ubicado a unos 200 km de las costas de Irán. Sin embargo, medios estadounidenses revelaron que 500 soldados se asentarán en la base aérea Prince Sultan, al sur de la capital saudita. “Estas tropas están allí para preparar la base aérea Prince Sultan para el posible despliegue de un escuadrón aéreo”, agregó.
La base albergó a miles de soldados estadounidenses y escuadrones de aviones de combate desde 1991, después de que Irak invadiera Kuwait, hasta 2003, cuando Estados Unidos invadió Irak.
Según los analistas, el despliegue pretende fortalecer los lazos entre Washington y Riad, especialmente las deterioradas relaciones militares. La administración Trump recibió críticas en su país por sus escasos esfuerzos para castigar a Arabia Saudita, después del asesinato el año pasado del periodista Jamal Khashoggi en el consulado del reino en Estambul.
El jefe del Centcom, Kenneth McKenzie, se comprometió a trabajar “enérgicamente” para garantizar la seguridad marítima en las aguas del Golfo al visitar este jueves la base aérea Prince Sultan.
Trump alabó reiteradamente al poderoso príncipe heredero saudita y ministro de Defensa del reino, Mohamed bin Salmán. Para el príncipe heredero, también llamado por su acrónimo MBS, “se trata de mostrar que EE.UU. sigue siendo un importante garante de la seguridad y está comprometido con la seguridad saudita”, subraya Krieg. Según el especialista, MBS intentó desviar las tropas estadounidenses de la base Al Udeid en Catar, donde se encuentra la mayor base militar de Estados Unidos en Oriente Medio.
Alrededor de 10.000 soldados estadounidenses están desplegados en Al Udeid, de entre unos 35.000 estacionados en países del Golfo, incluidos Kuwait y Bahréin, que acoge a la quinta flota estadounidense. Al Udeid fue creada en 2005 cuando Estados Unidos buscaba una nueva base aérea en la región, después de sacar sus tropas de Arabia Saudita.
Aún con este marco de alta tensión las dos veredas, EE.UU. e Irán, han multiplicado señales de un interés por buscar un acuerdo que reconstruya las negociaciones de Viena con un encuadre más amplio. Washington cuestiona el desarrollo misilístico iraní, pero la potencia persa dijo que ese aspecto no estuvo en las tratativas de Viena y no está en discusión. Durante su campaña presidencial Trump prometió no involucrar nuevamente a su país en una guerra en Oriente Medio y ese es el criterio que estaría pesando ahora, cuando el magnate busca un nuevo mandato en los comicios de 2020. ■
La base aérea Prince Sultan, que albergará a las fuerzas de EE.UU., está a 200 km de Irán.