Protesta de Londres a Teherán por la captura de uno de sus buques petroleros
La crisis entre Gran Bretaña e Irán por el secuestro del barco petrolero británico Stena Impero y otro ya liberado en el Estrecho de Ormuz escala pero nadie quiere verla convertida en un conflicto militar en la región más volátil del planeta.
El canciller británico Jeremy Hunt detuvo su campaña electoral y conversó, como hizo el sábado anterior, con su par iraní Javad Zarif para expresarle su “extrema decepción” sobre las acciones iraníes, mientras Irán exigía que “Gran Bretaña deje de ser un apéndice del terrorismo económico norteamericano”.
El encargado de negocios iraní fue convocado de urgencia el sábado al Foreign Office y pidieron a los barcos británicos “evitar en forma interina el Estrecho”.
“Después que me aseguraran el sábado que Irán quería desescalar, ellos se comportan de la manera opuesta. Esto debe ser sobre acciones, no palabras, si queremos encontrar un camino de salida. Los barcos británicos deben y van a ser protegidos”, dijo el canciller británico Hunt tras la conversación con el ministro iraní.
Cuatro horas después de que la Corte Suprema de Gibraltar decidiera continuar por un mes más la confiscación del Grace I -el barco iraní que los comandos británicos invadieron en las aguas del Mediterráneo por orden del Ejecutivo gibraltareño por supuesta violación de las sanciones europeas a Irán- y las amenazas del jefe supremo de la revolución iraní de que habría “consecuencias”, los Guardias de la Revolución iraníes respondieron.
Sus lanchas rápidas secuestraron dos barcos: el Stena Impero, que es británico pero no tenía ni un solo inglés a bordo, y el Mesdar, otro con bandera liberiano pero propiedad británica, que fue liberado horas después. El Norbulk Shippink Uk, que lo opera desde Glasgow, confirmó que el barco había sido asaltado por guardias armados, que le habían notificado violaciones de regulaciones de medioambiente y lo dejaron partir.
La tripulación del Stena Impero es india, rusa, letonia y filipina y se encuentra “en buena salud”. Stena Bulk, que opera el tanque, pidió formalmente visitar el barco y los iraníes sostienen que van a interrogar a la tripulación en “cuestiones técnicas”. Los Guardias de la Revolución informarom que consiguieron llevar el barco a un puerto iraní “a pesar de la interferencia y resistencia” de un barco militar británico.