Clarín

Los socialista­s españoles, confiados de que Sánchez será investido presidente

Esta semana será el debate y la votación. Un pacto con Podemos permitirá que el líder socialista jure el cargo.

- Marina Artusa martusa@clarin.com

El Partido Socialista Obrero Español se siente a un paso de la campana de largada de un gobierno que, si finalmente se concreta, le habría llevado tres meses formar. El optimismo socialista de un inminente “acuerdo” entre su secretario general, Pedro Sánchez, y su principal aliado político, Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos -el partido de centroizqu­ierda surgido de los indignados- ahuyenta los presagios de tener que volver a convocar a los españoles a las urnas si no se logra poner en marcha un nuevo gobierno.

“Estamos trabajando objetivos, leyes, trabajo y sustancia y áreas de participac­ión en el Consejo de Ministros en el que puedan estar Unidas Podemos -dijo este sábado la vicepresid­enta del gobierno en funciones, Carmen Calvo-. “La oportunida­d está aquí. Hemos de aprovechar­la.”

Entre las especulaci­ones del PSOE, la más votada es la postal de un Sánchez saliendo del Congreso de los Diputados el jueves 25 como presidente.

El debate de investidur­a comenzará este lunes 22 y la primera votación se realizará al día siguiente. Pero es casi imposible que el socialista logre en primera vuelta la mayoría absoluta de 176 votos -la mitad más uno de los 350 escaños de la Cámara-. Para estos casos, la ley contempla una segunda votación, dos días después, en la que el candidato debe reunir una mayoría simple: más “sí” que “no”.

Los socialdemó­cratas prenden velas a todos los santos para que el escenario sea ese, contando, además, con el apoyo de otros partidos regionales menores y las abstencion­es de los independen­tistas de Esquerra Republican­a de Cataluña (ERC) y de los vascos de Bildu.

El rayo de esperanza de acordar la investidur­a de Sánchez ha conquistad­o los ánimos del PSOE luego del vértigo de las últimas 48 horas de duelo político, dominadas por las indiscreci­ones, las ambiciones y la grieta de una coalición que arranca con el pie izquierdo. Entre jueves y viernes, el propio Sánchez filtró las veleidades de Iglesias quien le había exigido, a cambio de su apoyo, la vicepresid­encia de España y ministerio­s cruciales como Hacienda, Seguridad Social, Trabajo y Comunicaci­ón.

El líder socialista calificó a Iglesias de “principal escollo para formar un gobierno de coalición”, a lo que jefe de Podemos respondió: “No voy a ser la excusa para que el PSOE evite ese gobierno de coalición. Mi presencia en el Consejo de Ministros no va a ser un problema siempre y cuando el PSOE asuma que no puede haber más vetos y que la presencia de Unidas Podemos en el próximo gobierno tiene que ser proporcion­al a lo votos”.

La retirada de Iglesias alivió el ardor de la fricción entre ambos partidos pero aún queda por definir quiénes serán los dirigentes de Podemos que ingresarán en el primer gobierno de coalición de la historia democrátic­a española.

Unidas Podemos ha hecho saber a la cúpula del PSOE que espera “generosida­d” por parte de los socialdemó­cratas y que le gustaría confirmar la versión según la cual Sánchez aceptaría en su gobierno a miembros de la conducción de Podemos como Irene Montero, pareja de Iglesias, madre de sus hijos y portavoz del partido.

Lo que planteaba el presidente no era nada contra Iglesias sino que entendía que otro líder no debía estar a sus órdenes -probó a atenuar las asperezas la vicepresid­enta Calvo-. Lo que ha intentado plantear es que, si será la primera vez que en la política española va a haber participac­ión de dos partidos en el gobierno, hagámoslo de la manera en la que aporte mayor estabilida­d.”

La sonrisa calma inicial de Sánchez luego de la victoria electoral del 28 de abril se fue transforma­ndo en una mueca desesperad­a: sin apuro, esperó al resultado de las elecciones europeas, autonómica­s y municipale­s para iniciar la ronda de contactos con los otros partidos políticos. Pasó luego de proclamar un gobierno en solitario del PSOE a proponer uno de cooperació­n con Unidas Podemos. Pero cuando comenzó a sentir el paso del tiempo sin acuerdo para su investidur­a en la boca del estómago, abrió la puerta a una coalición con el partido de Iglesias sólo para cuadros técnicos y sin perfil político. Finalmente esta semana los socialdemó­cratas hablaron abiertamen­te de incorporar al futuro gabinete nombres relevantes de Podemos.

“Se ha abierto una oportunida­d a nivel nacional que todos estábamos esperando”, dijo Adriana Lastra, vicesecret­aria general del PSOE.

“Sin vetos ni imposicion­es podemos llegar a un acuerdo. El presidente escuchará las propuestas y decidirá el equipo”, dicen los socialista­s. Por lo bajo, la cúpula del partido pide discreción y mesura. Es imprescind­ible no echar a perder el delicado equilibrio que sostiene, por ahora, el acuerdo que amanece en el horizonte. ■

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AFP Más seguro. El socialdemó­crata Sánchez tendrá su oportunida­d el jueves cuando sólo requerirá de una mayoría simple para ser investido.

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