Clarín

“No queremos un Brexit duro; no sería bueno para ninguna de las partes”

- Eusebio Val

A la flamante presidenta electa de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen (Bruselas, 1958), no le inquieta haber llegado al puesto por un margen muy estrecho de votos. Cree que pagó el descontent­o por el procedimie­nto de elección, aunque la mayoría quiere mirar hacia adelante. “Lo decisivo, ahora, es trabajar con energía sobre las soluciones”, afirmó en una entrevista con el Grupo Europa de diarios, que, junto a la La Vanguardia, lo integran el Süddeutsch­e Zeitung (Alemania), Le Monde (Francia), The Guardian (Gran Bretaña) y La Stampa (Italia).

Horas antes Von der Leyen había dejado de ser titular de Defensa de su país, pero la entrevista tuvo lugar en una sala del Bendlerblo­ck, la sede berlinesa del Ministerio. En ese edificio se urdió el fallido complot para asesinar a Adolf Hitler, el 20 de julio de 1944, y allí fueron fusilados los oficiales que participar­on en la conspiraci­ón. Una placa les honra como héroes. -Usted anunció un nuevo comienzo en la política migratoria. ¿Cómo debe articulars­e?

-El tema migración nos acompañará durante decenios. El progreso sólo será posible sobre la base de un concepto maduro y duradero. Debe empezar en África. Allí debemos invertir con fuerza. Lo siguiente es la lucha contra la criminalid­ad organizada, contra los traficante­s. Es una obviedad que hay que rescatar a la gente en peligro en el mar, pero eso no quiere decir que automática­mente puedan venir a Europa. Necesitamo­s unas fronteras exteriores más seguras y un compromiso sobre el sistema de asilo de Dublín para que Schengen funcione y las fronteras internas puedan seguir abiertas.

-¿Qué ocurre con los países que no están dispuestos a aceptar ni a un refugiado?

-Pienso que hay que escuchar bien las razones. Pongo el caso de Polonia, con su argumento de que han acogido ya a 1,5 millones de ucranianos. Ucrania es un país con una guerra híbrida, desde hace años, en la que aún muere gente. No podemos ignorarlo. Se mantiene el principio de que cada Estado miembro necesita la solidarida­d del resto. Necesitamo­s un reparto justo de la carga, quizás cada país en un aspecto diferencia­do.

-¿Cuán lejos está dispuesta a ir para evitar un Brexit duro?

-No queremos un Brexit duro. No sería bueno para ambas partes. Tenemos un buen acuerdo de retirada.

-¿No está muerto?

-No, es un buen acuerdo, bien negociado bajo las condicione­s y las líneas rojas que estableció el Gobierno británico. Un Brexit sin acuerdo trae consecuenc­ias negativas enormes para las dos partes, por no hablar de lo que significar­ía para Irlanda. Por eso debemos hacer todo lo posible para que haya un Brexit ordenado. Si hubiera buenos motivos para un aplazamien­to, estoy abierta a escucharlo­s. -¿Cuán largo podría ser ese aplazamien­to? -Antes tengo que escuchar buenos motivos. -¿Sería un referéndum un buen motivo?

-Eso es un asunto profundame­nte británico. Estoy orgullosa de que los europeos hayamos sido capaces de llevar estas negociacio­nes con una clara posición. Quiero preservar esa actitud predecible y amistosa. Sería equivocado ver el Brexit como sólo el final de algo. La forma en que organicemo­s el Brexit condiciona­rá nuestras futuras relaciones con nuestra vecina Gran Bretaña. Es de vital interés para las dos partes que haya un buen comienzo, ordenado, de las futuras relaciones.

-Los dos candidatos al cargo de primer ministro, Boris Johnson y Jeremy Hunt, han declarado muerto el acuerdo. ¿Está dispuesta a negociar sobre un nuevo acuerdo?

-Esperemos la elección del nuevo primer ministro y hablemos después. No creo que sea bueno enviar mensajes sin saber cuál será la persona con la que vas a negociar.

-¿Le irrita la injerencia de Donald Trump en el Brexit?

-Es un asunto exclusivam­ente británico. No nos correspond­e juzgar cómo plantea Gran Bretaña sus relaciones con Estados Unidos. -De vuelta a los países que no quieren dejar la UE. ¿Puede haber una democracia no liberal, como proclama el primer ministro húngaro Viktor Orban?

-Para mí, lo liberal es un principio básico de la democracia. Pero ya que hablamos del Brexit, llama la atención que todos los populistas hayan quitado de sus programas sus propuestas de salida (de la UE). Parece que lo ocurrido con el Brexit ha sido instructiv­o, que sigue siendo mejor pertenecer a una comunidad fuerte. Es mejor buscar soluciones comunes a los grandes desafíos. Eso nos hace más fuertes en el mundo. Bajo la presión de los populismos de derecha, Europa ha demostrado su dinamismo y su fuerza. Las elecciones europeas han mostrado que somos un continente más fuerte, más unido y más proeuropeí­sta. -¿Qué hará si Italia envía a un comisario de la Liga (el partido de Matteo Salvini)?

-En principio cada Estado miembro tiene el derecho a proponer comisarios y comisarias. Y es el derecho de la presidenta plantear, con buenas razones, otros nombres. Creo importante por parte mía no poner condicione­s. Como norma veo sólo que haya el mismo número de mujeres que de hombres.

-¿Cree que las mujeres pueden resolver mejor los problemas europeos?

-Las mujeres representa­n a la mitad de la población. Es obvio que se sienten en la mesa el mismo número. No son mejores que los hombres, pero son distintas. Tienen otra perspectiv­a sobre los problemas y las posibles soluciones. Los equipos mixtos tienen más éxito. -¿Qué quiere hacer contra la impotencia de los europeos, como se manifiesta cuando Trump destruye el acuerdo nuclear con Irán? Los europeos casi no tienen con qué reaccionar... -Siempre experiment­aremos dificultad­es como este caso. Lo decisivo para Europa es presentarn­os unidos. Lo vemos en los tratados comerciale­s. Somos una fuerza de 500 millones de europeos, la segunda economía mundial y un gigantesco mercado interior. Debemos ser consciente­s de esa fortaleza. Sólo si estamos unidos tiene peso la voz de Europa. -¿Es necesaria también esta voz para defenderse de la injerencia rusa?

-Rusia es nuestro vecino y lo seguirá siendo. Pero el Kremlin no perdona ninguna debilidad. Esa es la experienci­a de los últimos años. Europa debe mostrar siempre que estamos dispuestos al diálogo, pero desde una posición de fuerza.

-Al inicio de su carrera dijo una vez que soñaba con los Estados Unidos de Europa. ¿Ha cambiado ese sueño?

-Se ha hecho más maduro y más realista. La Unión Europa se basa en la unidad en la diversidad. Eso es algo distinto al federalism­o. Creo que ese es el camino adecuado. ■

“Llama la atención que todos los populistas hayan quitado sus propuestas de salida (de la UE).Parece que lo ocurrido con el Brexit ha sido instructiv­o”.

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AFP Fortaleza. La ex ministra de Defensa alemana Ursula von der Leyen afirma que la Unón Europea debe mostrar su unidad y su fuerza.

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