Los jóvenes en problemas
A poco de asumir este Gobierno, el Presidente envió al Congreso la “Ley de Primer Empleo”, que buscaba generar subsidios y exenciones impositivas para las empresas que contrataran a jóvenes de 18 a 24 años, la población con mayor desempleo en el país. El proyecto encontró resistencia de sectores gremiales y nunca pudo avanzar. También a poco de asumir, el Gobierno envió el proyecto de universalización de la sala de 3 en el jardín de infantes. Entre sus principales objetivos estaba ofrecer a los padres jóvenes de sectores más vulnerable una oferta de cuidado de calidad que ahora no tienen para sus hijos, para que así puedan - entre otras cosas- conseguir más y mejores empleos. La ley estuvo a punto de perder estado parlamentario y fue “rescatada” hace poco gracias a una modificación. Hay resistencias de algunos distritos, que tendrán que sostener los cargos docentes, dicen desde el Congreso. El debate por la Interrupción Legal del Embarazo dio algo de impulso a la Educación Sexual Integral, que es ley desde 2006 pero tiene resistencias y se aplica poco. Hoy, en el país 280 mujeres por día quedan embarazadas sin quererlo, casi todas adolescentes, que así se alejan de la escuela y un posible trabajo de calidad. Las políticas de salud sexual y reproductiva avanzan poco. Tampoco avanza en el Congreso la modificación de los días por paternidad en la ley de contrato de trabajo. La jornada escolar extendida -que da más tiempo a los padres para trabajar- sigue estancada en un 14%. Y hay protestas cuando se quiere vincular el fin de la secundaria con el mundo del trabajo. Viene bien recordar todos estos tropiezos cuando debatimos cuál es la mejor forma de vincular al millón de jóvenes que no estudian ni trabajan (tres de cada cuatro son mujeres) con un mundo laboral cada vez más exigente y sofisticado. Hoy se necesita un enfoque integral desde todo el Estado para resolver el problema con seriedad y profesionalismo, como ya lo hicieron muchos países del mundo. Otra posibilidad es pensar en las próximas elecciones, prestar atención a una dudosa encuesta que dice que “las madres” apoyarían cursos voluntarios en Gendarmería. Y proponer esto como la solución. ■