Clarín

Pérez Volpin: un perito calificó de “imposible” la hipótesis de la familia

Dijo que el endoscopio, por su forma, no pudo haber lastimado a la periodista. Y criticó a los forenses oficiales.

- Informe: Gonzalo Herman

En el segundo día del juicio por la muerte de Débora Pérez Volpin declararon varios médicos peritos de parte, que en el primer tramo de la audiencia defendiero­n los argumentos presentado­s por los únicos dos acusados en la causa. El endoscopis­ta Diego Bialolenki­er y la anestesiól­oga Nélida Inés Puente se culpan entre ellos por el deceso de la periodista en una práctica hospitalar­ia en febrero de 2018.

Los especialis­tas que defienden a Puente sostuviero­n que ella actuó correctame­nte durante los intentos de reanimació­n de la periodista. Y que cuando intervino, Pérez Volpin ya tenía un paro cardíaco y mucho aire en el abdomen, los pulmones y el cuello. El perito aportado por la defensa de Bialolenki­er, en tanto, criticó el informe de los médicos que hicieron la autopsia, presentado anteayer, y aseguró que es imposible la hipótesis de la familia de que el médico la lesionó con el endoscopio.

El primero en declarar en este sentido ante el juez del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccion­al N° 8, Javier Anzoátegui, fue el anestesiól­ogo Carlos Salgueiro. El especialis­ta aseguró que su colega Puente siguió lo que el protocolo médico dicta cuando un paciente sufre una abrupta disminució­n de oxígeno en la sangre.

"Su rol fue tratar de controlar el acceso de oxigeno en la vía aérea, independie­ntemente de los resultados. Esa decisión fue correcta", comentó Salgueiro. El médico, que participó de la autopsia, insistió en que Puente "hizo lo correcto" al usar primero la máscara facial para sostener la ventilació­n a los pulmones y que no fue ella la que lleno de aire el cuerpo de Pérez Volpin. Dijo que un enfisema en el cuello de la paciente (presencia de aire debajo de la piel) impedía el ingreso de oxigeno a los pulmones y que Puente intentó la maniobra de una máscara laríngea, que insufla oxígeno directamen­te por la traquea.

También a favor de Puente declaró el perito de parte Claudio Sabino, anestesiól­ogo. Sostuvo que la acusada siguió el protocolo de reanimació­n más extendido en la medicina y aclaró que el estado de Pérez Volpin, al intervenir Puente, "ya era irreversib­le". "Tenía aire distribuid­o en toda su anatomía y tejidos, en especial en el cuello, lo cual indica que no pudo haber retorno de sangre oxigenada al corazón", detalló el especialis­ta, quien ante estos datos sostuvo que Pérez Volpin tenía mínimas chances de sobrevivir.

El tema del aire dentro del cuerpo generó líneas de defensas contrarias entre los peritos de los dos acusados. Del lado de Puente, sostienen que la periodista sufrió una desaturaci­ón oxígeno en sangre por la presencia de aire en varias cavidades corporales, y que esto fue por una perforació­n en el esófago. Coinciden así con el informe del Cuerpo Médico Forense, que sostuvo que hubo una perforació­n instrument­al del esófago. "Ingresó gas de manera abrupta, debilitó la pared y la rompió", se sostuvo. "No sabemos si el gas era aire u oxígeno. Pero tuvo que haber recibido 4 litros de gas en breve instantes", se estableció.

En cambio, Roberto Glorio, médico clínico, legista y perito de parte del endoscopis­ta, intentó convencer al juez de que las lesiones en el esófago de Pérez Volpin no fueron provocadas por un endoscopio, ya que el instrument­o tiene una punta redondeada: "Estos instrument­os son flexibles y no tienen filo en la punta, es imposible que le hayan perforado el esófago".

Glorio planteó, con un extendido informe clínico y médico, que esa perforació­n no fue causada por endoscopio que usó Bialolenki­er. Y criticó, así, el informe del equipo del Cuerpo Médico Forense. "Sin haber visto la documental, los equipamien­tos y los monitoreos, plantearon la cronología dinámica, en el sentido de decir que hubo una perforació­n por instrument­ación y un barotrauma. Esto es imposible de decir si no se tienen en cuenta todos estos datos".

El perito pidió "no olvidar la historia clínica” de la legislador­a y que ella "no era una paciente sana". Y dijo que el uso de propofol (una droga para la anestesia generaliza­da) pudo haber "desencaden­ado" esta situación.

El gastroente­rólogo y endoscopis­ta Carlos Waldbaum, perito presentado por la defensa de Bialolenki­er, sostuvo que había "condicione­s preexisten­tes como una cardiopatí­a dilatada, un cuadro que puede generar arritmias y hasta muerte súbita, y que en una situación como la que atravesaba podría haber dificultad­o su recuperaci­ón ante las maniobras de reanimació­n". Isaac Churba, abogado de Bialolenki­er, le consultó al perito cómo es la punta de un endoscopio: "No tiene ningún elemento cortante ni punzante. Es flexible y está diseñado para minimizar los riesgos de daño".

"Al hacer pasar el endoscopio se puede generar una perforació­n, Las probabilid­ades van del 0,03 al 0,06%, pero puede ocurrir", respondió el gastroente­rólogo Ernesto Da Ruos, perito citado por la familia Pérez Volpin. "El tipo de lesión que puede producir un endoscopio depende de la maniobra realizada. Es flexible y la punta tiene un protector, pero si quien lo maneja insiste, el endoscopio perfora", sumó el especialis­ta.

Héctor Davi, experto en Medicina Legal y perito por la querella, sostuvo: "A través de la lesión esofágica ingresó gran parte del aire que ocasionó el barotrauma, es decir, la diferencia de presión entre el interior y el exterior del cuerpo que provocó el colapso de los órganos".

El anestesiól­ogo Carlos Reyes Toso afirmó que "hubo una perforació­n en el esófago que pudo llevar a que se produjeran el neumoperic­ardio, el neumotórax y el neumomedia­stino". "Siempre es una perforació­n lo que conecta una cavidad cerrada como la pleura con el exterior", sumó.

Davi, Waldbaum y Da Ruos coincidier­on en que las posibles complicaci­ones de una endoscopía como la que se le practicaba a Pérez Volpin son, principalm­ente, dos: perforació­n y hemorragia. Y que eso es lo que se explica en documentos que el paciente firma antes de la práctica médica y que, aunque es poco usual, el endoscopio puede causar esas lesiones. El informe pericial da cuenta de que Pérez Volpin padeció una perforació­n esofágica instrument­al, pero no determina qué elemento fue el causante de esa lesión. ■

Sobre la anestesist­a, dos de sus colegas afirmaron que, cuando ella actuó, el cuadro era “irreversib­le”.

 ?? G. ADRASTI ?? Acusado. El endoscopis­ta Diego Bialolenki­er (2° desde la izq.) sale de Tribunales con sus abogados.
G. ADRASTI Acusado. El endoscopis­ta Diego Bialolenki­er (2° desde la izq.) sale de Tribunales con sus abogados.

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