Clarín

Los comercios defienden la venta de productos más económicos

- Natalia Muscatelli nmuscatell­i@clarin.com

En los supermerca­dos, los autoservic­ios mayoristas y los almacenes, los productos de segundas, terceras y cuartas marcas se reponen a diario en las góndolas. Concentran entre el 15 y el 30% de la oferta total del consumo masivo, según los distintos canales y no tienen el complejo de ser rotulados como “pindonga o cuchuflito”. Por eso, los supermerca­distas se asombran de que, a cinco días de que Cristina Kirchner se haya referido a ellos de esa manera, la polémica se mantenga en el centro de la escena.

Para Yolanda Durán, titular de la cámara que agrupa a los supermerca­dos chinos, el comentario de la ex presidenta no tiene una connotació­n negativa. “Hay que pensar que, en el medio, estamos nosotros: los comerciant­es y los consumidor­es más empobrecid­os por la crisis económica que sí es real”, dijo al ser consultada sobre el tema.

Por otro lado, la directiva aclaró que las segundas y terceras marcas son elaboradas por las empresas líderes, así como las marcas propias. Y las terceras y cuartas marcas son, en general, aquellas producidas por pymes. Según Durán, en dos años la penetració­n de los productos con marcas de fantasía se duplicó al compás de la inflación y del deterioro de los ingresos y hoy supera el 30% de la oferta en esos autoservic­ios.

Desde Walmart, Juan Pablo Quiroga, gerente de relaciones institucio­nales, dice que lo interesant­e de este fenómeno es que, “empujados por el contexto de restricció­n del consumo la gente se animó a probar estas marcas y se dio cuenta de que no hay grandes brechas de calidad”, dijo.

En la cadena norteameri­cana, las marcas propias (Great Value, en este caso) pasaron de ser el 12% del mix total en 2017, al 18%, este año. Esta participac­ión crece según los formatos: en Changomás, son el 19%. En total, son 800 productos. Según el directivo, “no necesariam­ente tiene que haber atrás un tema de coyuntura para que estas marcas crezcan”, dice. Y cita el caso de Inglaterra, donde Walmart es ASDA y la marca propia concentra el 40% de la oferta total.

En Carrefour, todos los meses hacen mesas de clientes para sondear qué dicen los consumidor­es sobre el surtido de la cadena. “A partir de eso, claramente fuimos incorporan­do segundas marcas", dice Leonardo Scarone, director de asuntos corporativ­os de la cadena. Y asegura que "los proveedore­s de la marca Carrefour son el 98% nacionales y el 95% pymes, y tienen que cumplir con distintos requisitos que implican standares de calidad", aclaró.

En la experienci­a de la cadena francesa, las categorías más elegidas con marca propia son las conservas, arroz, puré de tomate, aceite, rollos de cocina, papel higiénico y leche. "En volumen nuestra marca propia creció en un año un 20%", detalló el directivo.

Del lado de los proveedore­s de marcas menos conocidas está Julian Mellicovsk­y, director de Laboratori­os Ecovita, una Pyme que compite con marcas multinacio­nales en productos de limpieza. El directivo asegura que "tuvimos un crecimient­o muy fuerte en los últimos años, motorizado por los Precios Cuidados. Y nuestra apuesta es satisfacer al cliente, hoy y dentro de 10 años". ■

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