Petrobras privatiza una de sus joyas por 2.300 millones de dólares
La petrolera vendió 30% de BR Distribuidora, un gigante con 8.000 estaciones de servicio en todo el país.
Antes que el gobierno defina un superpaquete de privatizaciones, que incluirá empresas enteras, participaciones accionarias e inmuebles, la petrolera estatal de Brasil, Petrobras, se adelantó y anunció la venta por unos 2.300 millones de dólares de un 30% de BR Distribuidora, un gigante con unas 8.000 estaciones de servicio en todo el país, casi 100 depósitos de combustible y 109 bases de abastecimiento en aeropuertos.
Petrobras informó que aprobó la venta de 30% de BR Distribuidora por 8.560 millones de reales, monto que podría llegar a 9.600 millones si se agrega un lote adicional de acciones. La venta se hizo de modo pulverizado en el mercado de acciones de Brasil a través de una oferta pública. La compañía estatal reducirá así su participación en BR Distribuidora de 71,25% a 41,25%.
En 2017, durante el gobierno de Michel Temer, Petrobras había vendido un 28,5% de BR Distribuidora, una empresa que era enteramente estatal. Con la nueva venta de una de sus marcas más fuertes, Petrobras deja de tener el control de BR Distribuidora. Y si el lote adicional de acciones se negocia en los próximos días, como se espera, la participación de Petrobras en su mayor distribuidora de combustibles pasaría a 37,5%.
Petrobras, la mayor empresa de Brasil, está concentrando sus inversiones en el llamado “presal”, los campos petroleros submarinos que se encuentran principalmente frente a las costas de los estados de Río de Janeiro, San Pablo y Espírito Santo, todos en la Región Sudeste de Brasil.
La privatización de BR Distribuidora, que impulsó al alza el mercado de acciones en San Pablo, fue el segundo movimiento de peso en pocas horas del gobierno de Jair Bolsonaro en el mercado de la energía del país.
Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, crearon el Comité de Monitoreo de la Apertura del Mercado de Gas Natural (CMGN), que buscará estimular la competencia en un sector virtualmente monopolizado por Petrobras, que controla la producción y la distribución del fluido.
La medida fue tomada tras un reciente acuerdo entre Petrobras y el órgano antimonopolios de Brasil, CADE, por el que la petrolera estatal deberá vender hasta 2021 valiosos activos en las áreas de distribución y transporte de gas.
En la ceremonia en el Palacio del Planalto que instituyó el Comité, Guedes, cuyo programa busca reducir al mínimo la presencia del Estado en la economía, dijo que persigue “una quiebra de monopolios” y previó una brusca baja en los precios del gas en Brasil, de hasta 40% en dos años.
Según el ministro de Minas e Energía, Bento Albuquerque, el precio actual del gas en Brasil es uno de los más altos del mundo. “Mientras en Estados Unidos el gas entregado a las distribuidoras cuesta, en promedio, 3,13 dólares por millón de BTU (unidad de medida internacional del gas), aquí está arriba de 10 dólares. Mayor al precio registrado en Japón, que importa todo el gas que consume”, dijo.
El gobierno espera que la reducción de precios del gas aumente la competitividad de la industria: en algunos casos, el valor del fluido representa hasta 50% de los costos de producción, en especial en sectores como la siderurgia, el aluminio y la celulosa.
Además, al anunciar la posibilidad de que los trabajadores puedan retirar en dinero saldos de aportes laborales -medida con la que se espera animar el consumo y la estancada economía del país- Guedes criticó al CADE por haber autorizado en el pasado grandes fusiones entre bancos y cerveceras que, dijo, dejaron cautivos a los consumidores de un mercado con escasa oferta y altos precios.
La privatización de empresas es una de las prioridades del ministro Guedes para los próximos meses, junto a la conclusión de la reforma jubilatoria que tramita en el Congreso. En algunas semanas, el equipo económico presentará además una propuesta de cambios en el sistema tributario, buscando una simplificación, pues los especialistas advierten que la situación fiscal no permitiría una baja de la presión impositiva. Las empresas brasileñas mantienen costosas estructuras para lidiar con el intrincado esquema tributario local.
Brasil, pese a las privatizaciones realizadas principalmente en la década de 1990, tiene aún 418 empresas estatales, sumando las propiedades de los estados federal, estaduales y municipales. ■