El acceso al conocimiento, la justicia social del siglo XXI
Secretario general de la Confederación de Trabajadores Petroleros (Supeh) y presidente de la Confederación de sindicatos de energía (CATHEDA)
El desafío que enfrenta la dirigencia sindical, además de la tarea cotidiana en el presente, el salario y la preservación de la fuente de trabajo, es sin duda atravesar con los compañeros el salto tecnológico que significa entrar de lleno en la era digital. Como representantes de los trabajadores de la Energía, esta circunstancia nos impacta de modo directo y nos interpela como como actores centrales en la producción y el desarrollo económico.
En Argentina, además, el desarrollo de Vaca Muerta y el avance de las nuevas las energías alternativas implican una revolución en los modos de producción y la internacionalización de nuestra actividad laboral.
En ese sentido, la Confederación que agrupa a los gremios del sector, CATHEDA, ha presentado en el Congreso un proyecto de Ley para declarar a la actividad en Vaca Muerta como Política de Estado y ha desarrollado la “Agenda Energética” que será presentada a todos los candidatos a Presidente para el próximo período de gobierno.
En este marco, la capacitación y adaptabili
dad de los trabajadores a las nuevas circunstancias de la Industria 4.0 ocupa un rol definitivo y central de nuestra prioridad como dirigentes.
Nos convocan desde el Estado y la empresa al debate sobre modernización laboral y adaptabilidad de nuestros convenios para aportar competitividad pero no advertimos el mismo énfasis sobre la capacitación, imprescindible en el marco de la globalización para la mayor competitividad.
En necesario que la dirigencia política, los empresarios y los inversores entiendan que en términos políticos para el movimiento obrero el acceso al Conocimiento es la Justicia Social del Siglo XXI. No existe programa de Inclusion Social sin contemplar el ingreso de los trabajadores en la Sociedad de Conocimiento, de cara a la Era Digital, un derecho irrenunciable como los que cimentaron las conquistas laborales.
Los sindicatos encaramos esta tarea desde nuestras propias organizaciones, conscientes del rol que como dirigentes requiere transitar con nuestros compañeros el salto tecnológico sin perder posiciones, puesto de trabajo y reconvertirnos para salir fortalecidos de esta etapa. No es nuevo para el movimiento obrero: ya la Constitución de 1949 sentaba bases jurídicas rescatadas luego en la legislación laboral; por ejemplo el Artículo 37:“el Derecho a la Capacitación es una condición necesaria para el mejoramiento de la condición humana”.
También la OIT se refiere a “los profundos cambios en el mundo del trabajo que implican una reflexión profunda sobre el futuro del trabajo y las relaciones laborales”. En nuestro propio sindicato de petroleros de YPF, el Convenio Colectivo contempla en 3 artículos: el 122; 127 y 128 “la capacitación como un espacio de formación y que ofrece lineamientos para el autoaprendizaje” y establece como objetivo “promover la participación en nuevas metodologías formativas y de aprendizaje vinculadas con nuevas tecnologías”.
Es un desafío que implica un notable esfuerzo porque debemos afrontarlo hoy en el marco de una crisis económica grave, sin embargo vamos a superarlo con éxito. Los trabajadores han sabido acompañar los cambios cuando significaron el progreso y el desarrollo de la Nación . ■