Ronald Harwood, en el San Martín
Las obras del autor sudafricano giran sobre la Segunda Guerra. Dirige Marcelo Lombardero.
Colaboración/Tomar partido
Autor: Ronald Harwood Director: Marcelo Lombardero. Actúan: Osmar Núñez, Boy Olmi. Sala: Teatro San Martín, miércoles a domingo a las 19.30.
Hay zonas temáticas que se reiteran en la obra de diferentes autores. El sudafricano Ronald Harwood, dramaturgo de El vestidor y guionista de El pianista, con el que Roman Polanski ganó un Premio Oscar en 2003, escribió los textos para teatro Colaboración y Tomar partido en torno a la Segunda Guerra Mundial, motivo que atraviesa gran parte de su producción. Las dos últimas obras abordan las confrontaciones de importantes artistas con su época y, en particular, su interacción en un contexto bélico.
En Colaboración y Tomar... los personajes son nombres complejos en la cultura europea del siglo XX: el compositor alemán Richard Strauss (Osmar Núñez), sospechado de filiación nazi, el escritor austríaco de origen judío, Stefan Zweig (Boy Olmi), y el director de la Orquesta Filarmónica de Berlín durante una parte del nazismo, Wilhelm Furtwängler (Núñez).
Los tres corporizan un pensamiento creativo y un modo de accionarlo a través de un clima totalitario, plagado de presiones, y sobre todo, concesiones.
El cantante y director de escena, a cargo actualmente de la Opera de Cámara del Teatro Colón, Marcelo Lombardero enlazó Colaboración y Tomar... en un mismo espectáculo. No es una iniciativa inédita, la misma experiencia con estos materiales de Harwood, escritos en diferentes momentos, ya fue realizada.
Colaboración debutó en 2008, en Londres, dirigida por Philip Franks y se representó junto a Tomar partido, texto que ya había sido puesto en escena por primera vez en 1995 por el premio Nobel Harold Pinter.
Sin embargo, lo más convocante de la puesta producida en el Teatro San Martín es apreciar una idea del teatro ligado al universo de la música, según la puesta de Lombardero. El cruce entre dos campos familiares, pero tan distintos como la ópera, la música clásica y el teatro de texto, produce siempre valiosas tensiones.
Esta versión porteña en forma de díptico de Harwood, protagonizada por Boy Olmi y Osmar Núñez, dura más de tres horas, incluyendo un intervalo de quince minutos. El de Colaboración y Tomar partido es un teatro donde el texto tiene un lugar predominante, está enmarcado en una estética tradicional y estructurado en “actos”. Esto no denota vejez, sino una forma de funcionamiento muy puntual que requiere una hipótesis de representación bastante definida.
Lombardero respeta ese código y los actores van correctamente en esa línea. Finalmente, se trata de un espectáculo extremadamente prolijo, más cercano al resultado de un excelente puestista que al de un director de actores que, junto a su elenco, discute y problematice un material dado a partir, sobre todo, del rigor de la escena entendida como algo siempre vital y, en el mejor de los casos, movilizante. ■