Buscando un símbolo de paz
A propósito de su viaje a Brasil para ser presentadora en la entrega de los premios MTV MIAW, Halsey aprovechó para dar un recital. Pero no eligió un estadio. Cantó en el Cine Joia, una vieja sala que está ubicada en pleno barrio japonés de San Pablo, con capacidad para mil personas. Eso es justamente lo que ella quiere hacer cada tanto: shows de menor capacidad que su poder de convocatoria, para estar cerca de sus fans.
En escena, lució un pantalón de cuero, remera de batik y botitas ideales para su costumbre de dar patadas en el aire y saltitos casi de boxeador. La acompañaron un baterista, un tecladista y una guitarrista, que empezaron con Castle y Hold me down.
A la pasada, contó que la última vez que había estado en Brasil no estaba bien: “Venía muy triste y no tenía una buena imagen de mí misma, pero aquí encontré una magia que me ayudó mucho”. Enseguida hizo Nightmare, pidió palmas y siguió durante una hora y media más, recorriendo sus dos discos. Luego, pidió que le prendieran las luces de la sala para ver a sus fans y explicó: “Después de la última visita decidí venir lo más seguido posible, y quería tocar en un lugar donde podía verles la cara”. También preguntó si había miembros del LBGT presentes y agitó una bandera multicolor. La gente le gritó: “’Halsey, eu te amo!”, y ella cerró con un sincero “Sao Paulo, o brigado”. ■