El debate sobre el régimen de Venezuela se filtra en la campaña electoral uruguaya
Mujica y el candidato presidencial del Frente Amplio califican de “dictadura” al régimen. Tabaré no lo suscribe.
La crisis venezolana y la brutal represión ejercida por el régimen de Nicolás Maduro, que según un informe de la ONU en los últimos dos años dejó 7.000 muertos, se convirtió en un tema embarazoso para la izquierda uruguaya, algunos de cuyos líderes evidencian problemas para calificar al régimen chavista.
Ayer, el gobierno de Tabaré Vázquez tomó distancia de los principales líderes del oficialista Frente Amplio, que en esta semana cambiaron su postura y decidieron describir al régimen de Maduro como una “dictadura”. Entre ellos está el ex presidente José "Pepe" Mujica, quien hasta ahora había evitado ese término, y el candidato presidencial oficialista para las presidenciales de octubre, Daniel Martínez.
“No corresponde a los Estados definir la naturaleza del régimen de gobierno de otro Estado”, dijo enfáticamente este martes el vicecanciller Ariel Bergamino a radio Carve, enarbolando formalidades que no parecen aceptar sus correligionarios.
Faltando tres meses para las elecciones presidenciales de octubre, el posicionamiento sobre Venezuela se convirtió en manzana de la discordia en la interna del Frente Amplio (FA), una coalición que se autodefine como de izquierda, aunque su comportamiento político es de una socialdemocracia clásica. Dentro del Frente cohabitan socialistas, algunos ex guerrilleros tupamaros y también comunistas.
Daniel Martínez, un ingeniero ex alcalde de Montevideo que lidera las encuestas individuales de intención de voto hacia las presidenciales de octubre con 30%, emitió una respuesta a los comentarios del ministro de Economía, Danilo Astori - figura fundacional frenteamplista-, en la que califica al gobierno venezolano de "dictadura".
"Sí, compañero Danilo, para la izquierda el tema de los derechos humanos debe ser siempre un imperativo ético. El informe (de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle) Bachelet es lapidario respecto a Venezuela y se trata de una dictadura", expresó Martínez, de filiación socialista.
El propio Mujica, cuyo sector político MPP fundado por ex guerrilleros tupamaros se mostró cercano al chavismo en el pasado, fue terminante en este punto: “Es una dictadura, sí. En la situación que está no hay otra cosa que dictadura".
Las afirmaciones de estos dirigentes históricos generaron airadas reacciones dentro de la coalición que gobierna Uruguay desde 2005, en particular el rechazo del Partido Comunista, que apoya explícitamente a la autocracia de Maduro.
Las diferencias internas en el Frente Amplio sobre Venezuela han provocado rispideces que se acentuaron cuando Uruguay decidió apoyar en 2017 la salida de Caracas del Mercosur, cuyo ingreso había respaldado Mujica como presidente con el apoyo de Cristina Kirchner. Esa decisión supuso la aplicación del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur, que considera que cualquier socio debe tener vigencia plena de sus instituciones democráticas para continuar en el bloque. Ya entonces, el Mercosur consideró que existía una "ruptura del orden democrático" en Venezuela.
El gobierno de Vázquez se ha mantenido firmes en su tesitura de llamar al diálogo en Venezuela. Uruguay desconoció a Juan Guaidó, el opositor que se autoproclamó presidente encargado y fue reconocido por más de 50 Estados. El secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, fue expulsado del Frente Amplio por sus críticas al régimen venezolano. ■