Terminal de Retiro: dos empresas presentaron planes para renovarla
El Paseo del Bajo ya está inaugurado. Los micros que deben cruzar la Ciudad para salir o entrar sólo tardan siete minutos. Pero siguen llegando a la terminal de micros de Retiro, que tiene accesos peligrosos, luce descuidada y está en manos del mismo concesionario desde hace 25 años.
Néstor Otero, empresario procesado en la causa de los cuadernos, podría dejar de ser el “zar de Retiro” en poco tiempo. Todo depende de que avance el proceso licitatorio. Ayer se abrieron los sobres con las propuestas y las empresas que quedarán en pugna son dos: Terminales Terrestres Argentinas SA (TTA S.A.) y Neuss Capital SA. La primera ya no cuenta con Otero al frente pero la integran personas que participan de la actual gestión. Neuss Capital SA., vinculada al hijo de uno de los hermanos Neuss, que tienen contratos con el Estado porteño, como el servicio de VTV para los automotores y la instalación de surtidores eléctricos. Además, tienen la licencia exclusiva para Argentina de la Fórmula E.
Según consta en el acta de apertura, hubo seis interesadas, aunque sólo las dos mencionadas siguen en competencia.
TTA presentó un proyecto llamado “Retiro Terminal Parque”. Está a cargo del estudio Maletti Zanel Maletti arquitectos, que había elaborado una propuesta anterior. Prevé la construcción de un parque público de cinco hectáreas, además de un hotel y centro de convenciones. También piensan hacer un centro de logística y promover “la integración urbana y social con el Barrio 31”, contó Alberto Maletti, uno de los autores del plan. Y agregó que, en ese sentido, se hará un túnel bajo nivel para el ingreso y egreso de micros, que permitirá construir cruces peatonales en superficie y eliminar barreras.
En tanto, la empresa liderada por Germán Jorge Neuss propone la revalorización de la terminal con un nuevo “atrio” de ingreso, un paseo comercial y un sector de coworking en el nivel superior. En cuanto a servicios, prometen modernizar el sistema de encomiendas y de salidas y arribos de ómnibus, al mismo tiempo que implementarán nuevos planes de mantenimiento, seguridad, limpieza y atención al cliente.
El próximo concesionario tendrá la explotación por 35 años. Ganará quien comprometa el pago de un canon mayor y el monto de inversiones más elevado, que rondaría, según cálculos oficiales, los $ 1.000 millones: el plazo fijado para las obras a realizar fue estipulado en 20 meses.
A partir de ahora, el Ministerio de Transporte realizará la evaluación de cada proyecto. ■